Haz clic sobre el visor para ver la Galería de Fotos en grande
Muy cerca de Ruidera, llegamos al Castillo de Peñarroya que se alza en una peña sobre un acantilado por donde discurre el Guadiana, hoy hay un embalse que recoge el agua de las Lagunas.
Fue conquistado en el año 1198 por la Orden de Santiago y la de San Juan Del Hospital, conjuntamente.
El castillo de Peñarroya es una fortificación situada en el término municipal de Argamasilla de Alba en Ciudad Real, y se alza sobre una peña "roya" roja o rubia, según opinión, desde la que domina un acantilado, en un tramo del río Guadiana que da a la presa del embalse de Peñarroya.
Según una crónica manchega, el capitán Alonso Pérez de Sanabria arrebató el castillo a los musulmanes en 1198.
A raíz de la toma de la fortaleza dicen que... se encontró la imagen de Nuestra Señora de Peñarroya, venerada por los vecinos de Argamasilla y de La Solana. Tras la Reconquista, pasó a depender de la Orden Militar de San Juan en 1215.
En el s. XIV Peñarroya era la encomienda más importante de la Orden de San Juan. Se trataba de una fortaleza para garantizar el aprovechamiento económico del territorio: arrendamiento de pastos, cobro de impuestos y protección de pobladores, a la vez que almacén de bienes de la Orden.
Pasamos por delante del Castillo de Peñarroya pero ya no paramos. Vamos a Argamasilla de Alba aunque entraremos en Tomelloso a ver una Posada.
En Argamasilla de Alba se puede ver: La Casa de Medrano y la Cueva de Medrano, la iglesia y el cuadro exvoto, la Glorieta, la Botica de los Académicos, el Pósito de La Tercia, el Pósito Real, el Canal del Gran Prior y el Castillo de Peñarroya, que ya vimos.
Antes de entrar a Argamasilla tomamos un café en una Venta que tenía de todo, molino con aspas, estatua de Don Quijote, pozo con noria para extraer el agua... merece la pena parar y tomar algo.
En todos los letreros que hemos visto pone "un lugar de la Mancha", menos en Mota del Cuervo, Villanueva de los Infantes y Argamasilla de Alba, que pone "el lugar..." Cervantes escribe: "... por dejar que todas las Villas y Lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenérsele por suyo..." Cervantes se cuidó muy mucho de no revelar el lugar, es casi como una broma que nos dejó... que discutan sobre el lugar... no lo sabrán nunca.
"En este tenebroso encierro, en este angustioso cofre de cal y canto, concibió la fecunda mente de Cervantes la idea vastísima, triste alguna vez, regocijada siempre, de su Don Quijote. Desde aquí, rompiendo su imaginación portentosa las gruesas y toscas paredes que le aprisionaban, se espació por las dilatadas llanuras de la Mancha". (Del prólogo de Hartzenbusch a la edición del Quijote hecha en esta cueva).
Según la tradición oral, dicen que Cervantes estuvo preso en esta Cueva de Medrano y aquí comenzó a escribir el Quijote. En realidad no hay ninguna prueba de que estuviera preso ni aquí ni por la zona y ningún investigador moderno lo sostiene, pero es una buena historieta que surgió en el siglo XIX.
Cervantes dice en su prólogo: ¿Qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, como quien se engendró en una cárcel donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación?... pero a qué cárcel se refiere, no lo sabemos.
En 1905, fue el III Centenario de la aparición de la 1ª parte del Quijote y el diario madrileño El Imparcial envió a Azorín a hacer la ruta del Quijote. Azorín inició su camino en Argamasilla de Alba, dando por sentado que éste era "el lugar" del que no quería acordarse Cervantes "por haber estado preso" aquí.
Con "La ruta de Don Quijote", Azorín nos dejó un retrato de los pueblos y lugares manchegos que visitó: Argamasilla de Alba, Puerto Lápice, Ruidera, la cueva de Montesinos, Campo de Criptana, El Toboso y Alcázar de San Juan. Debajo de la celda, hay cuevas horadadas que servían para guardar el vino.
El Pósito Real, se comenzó a construir en el siglo XVI, pero al igual que la iglesia, por falta de recursos, no se terminó hasta el XVIII. Un pósito es un depósito de cereal de carácter asistencial cuya función primordial consistía en realizar préstamos de cereal en condiciones módicas a los vecinos necesitados. Son los precursores de instituciones como el Monte de Piedad o las Caja de Ahorros.
En esta Iglesia de San Juan Bautista, también hay otra razón donde se apoyan para decir que Cervantes se refería a Argamasilla de Alba. Hay un cuadro-exvoto que donó don Rodrigo Pacheco, fechado en 1601...
Por la fecha y la enfermedad se ha podido identificar al donante del cuadro como el caballero que conoció Cervantes en esta localidad y en el que se inspiró para crear su personaje del Quijote. Cervantes lo describe: “Del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro* de manera que vino a perder el juicio…”
También es una suposición pues cuando estuvimos en Esquivias (Toledo), lugar donde vivió y se casó Cervantes con Catalina de Palacios, natural de allí, también decían que se había inspirado en vecinos del entonces Lugar de Esquivias, como personajes literarios de “Don Quijote”.
En la Glorieta, están las estatuas de Don Quijote, Sancho y Dulcinea y en los alrededores de esta plaza también está el bachiller Sansón Carrasco, un segador de alfalfa, Azorín que tanto quiso a este pueblo, Cervantes... Aunque todo sean estudios y suposiciones, estamos aprendiendo mucho del tema.
Cervantes cuenta en el capítulo 52 del Quijote, que muchas de las hazañas del valeroso hidalgo, fueron recogidas y escritas en pergamino por los Académicos de Argamasilla, una entidad ficticia, imaginada por Cervantes, y los escritos fueron guardados en una caja de plomo.
En el siglo XIX, en Argamasilla, se formó una asociación cervantina de amigos, real, y se hicieron llamar los "académicos de Argamasilla". La botica se convirtió en lugar de celebración de estas reuniones cervantistas de estos Académicos de Argamasilla. Y con estos buenos hombres habló Azorín, afirmando no haber «conocido jamás hombres más discretos, más amables, más sencillos que estos buenos hidalgos».
En un capítulo LII del Quijote, Cervantes dice: "Las palabras primeras que estaban escritas en el pergamino que se halló en la caja de plomo eran estas: Los académicos de la Argamasilla, lugar de la Mancha, en vida y muerte del valeroso don Quijote de la Mancha, «hoc scripserunt» (escribieron esto)..."
Paseando por detrás de la plaza donde estaba Cervantes, encontramos el Pósito de la Tercia, del s. XVII. Al parecer fue creado por doña Ana Mondéjar, vecina de la localidad, la cual dispuso que fuera dotado con 800 fanegas de trigo. A mediados del s. XVIII, el Ayuntamiento aún no tenía edificio propio que sirviera para pósito del común de los vecinos, y alquilaba para ese uso distintos establecimientos, entre ellos el de doña Ana Mondéjar.
Qué ver en Argamasilla de Alba
Casa y cueva de Medrano • Pósito Real • Iglesia de San Juan Bautista • Glorieta • Rebotica de los Académicos • Plaza de Alonso Quijano • Pósito de La Tercia • Castillo de Peñarroya.
La Cueva de Medrano: Según la tradición oral, dicen que Cervantes estuvo preso en esta Cueva de Medrano y aquí comenzó a escribir el Quijote. En realidad no hay ninguna prueba de que estuviera preso ni aquí ni por la zona y ningún investigador moderno lo sostiene, pero es una buena historieta que surgió en el siglo XIX. Cervantes dice en su prólogo: ¿Qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, como quien se engendró en una cárcel donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación?… pero a qué cárcel se refiere, no lo sabemos.
El Pósito Real, se comenzó a construir en el siglo XVI, pero al igual que la iglesia, por falta de recursos, no se terminó hasta el XVIII. Un pósito es un depósito de cereal de carácter asistencial cuya función primordial consistía en realizar préstamos de cereal en condiciones módicas a los vecinos necesitados. Son los precursores de instituciones como el Monte de Piedad o las Caja de Ahorros.
En la Iglesia de San Juan Bautista, también hay otra razón donde se apoyan para decir que Cervantes se refería a Argamasilla de Alba. Hay un cuadro-exvoto que donó don Rodrigo Pacheco, fechado en 1601. Por la fecha y la enfermedad se ha podido identificar al donante del cuadro como el caballero que conoció Cervantes en esta localidad y en el que… dicen que… se inspiró para crear su personaje del Quijote. Cervantes lo describe: «Del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro* de manera que vino a perder el juicio…», aunque ciertamente, nada es seguro.
En la Glorieta, están las estatuas de Don Quijote, Sancho y Dulcinea y en los alrededores de esta plaza también está el bachiller Sansón Carrasco, un segador de alfalfa, Azorín que tanto quiso a este pueblo, Cervantes… Aunque todo sean estudios y suposiciones, estamos aprendiendo mucho del tema.
Cervantes cuenta en el capítulo 52 del Quijote, que muchas de las hazañas del valeroso hidalgo, fueron recogidas y escritas en pergamino por los Académicos de Argamasilla, una entidad ficticia, imaginada por Cervantes, y los escritos fueron guardados en una caja de plomo.
En el siglo XIX, en Argamasilla, se formó una asociación cervantina de amigos, real, y se hicieron llamar los «académicos de Argamasilla». La botica se convirtió en lugar de celebración de estas reuniones cervantistas de estos Académicos de Argamasilla. Y con estos buenos hombres habló Azorín, afirmando no haber «conocido jamás hombres más discretos, más amables, más sencillos que estos buenos hidalgos».
En un capítulo LII del Quijote, Cervantes dice: «Las palabras primeras que estaban escritas en el pergamino que se halló en la caja de plomo eran estas: Los académicos de la Argamasilla, lugar de la Mancha, en vida y muerte del valeroso don Quijote de la Mancha, «hoc scripserunt» (escribieron esto)…»
Paseando por detrás de la plaza de Alonso Quijano, donde está la estatua de Cervantes, encontramos el Pósito de la Tercia, del s. XVII. Al parecer fue creado por doña Ana Mondéjar, vecina de la localidad, la cual dispuso que fuera dotado con 800 fanegas de trigo. A mediados del s. XVIII, el Ayuntamiento aún no tenía edificio propio que sirviera para pósito del común de los vecinos, y alquilaba para ese uso distintos establecimientos, entre ellos el de doña Ana Mondéjar.
Muy cerca de Ruidera, llegamos al Castillo de Peñarroya que se alza en una peña sobre un acantilado por donde discurre el Guadiana, hoy hay un embalse que recoge el agua de las Lagunas. Es una fortificación situada en el término municipal de Argamasilla de Alba y se alza sobre una peña «roya» roja o rubia, según opinión, desde la que domina un acantilado, en un tramo del río Guadiana que da a la presa del embalse de Peñarroya.