España: Badajoz: Mérida: Termas de San Lázaro
Las Termas de San Lázaro están situadas enfrente del circo. Seguimos el curso del río hasta llegar al Acueducto de los Milagros.
En esa época, y como era costumbre, se construyeron edificios funerarios junto a la vía, algunos de ellos monumentales. Se ponían al lado de las vías porque los muertos querían estar con los vivos y de esta forma, los vivos podían saludarlos, honrarlos y recordarlos. En el Imperio romano, se han encontrado curiosas frases escritas en lápidas: «Veo y contemplo a todo el que va y viene de la ciudad«, otra que dice: «Lolio ha sido colocado al borde del camino para que todos los transeúntes puedan decirle ‘Buenos días, Lolio‘».
Razones higiénicas, de salud y ocio convertían los baños en un hábito cotidiano ya fueran emeritenses o forasteros. Estos baños se abastecían del agua que traía el acueducto próximo, aunque no directamente sino a través de un canal proveniente de un depósito de distribución.
El tamaño reducido de las piscinas sugiere que el baño podía ser individual o para dos o tres usuarios al tiempo. El calor necesario para que algunas de estas estancias alcanzaran altas temperaturas se conseguía a través de una cámara de fuego subterránea y de un sistema de calefacción de las paredes.
A través de un vestuario se accedía a una sala de vapor, dos piscinas de agua caliente y otra de agua fría. La instalación termal también tenía una zona donde practicar deportes y una gran piscina al aire libre.