El Piyayo • Málaga • Lugares en Málaga • Andalucía • España
El Piyayo de José Carlos de Luna es un poema que narra las aventuras y desventuras de un humilde gitano para ganarse la vida y conseguir alimentar a sus doce nietos huérfanos. Y el Piyayo también fue un personaje real llamado Rafael Flores Nieto, un guitarrista gitano y cantaor que aportó al flamenco un aire de guajira que han pasado a ser conocidos como Cantes del Piyayo.
El Piyayo, de José Carlos de Luna
¿Tú conoces al «Piyayo»,
un viejecillo renegro, reseco y chicuelo;
la mirada de gallo
pendenciero
y hocico de raposo
tiñoso…
que pide limosna por «tangos»
y maldice cantando «fandangos»
gangosos?
¡A chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Ata a su cuerpo una guitarra,
Que chilla como una corneja
Y zumba como una chicharra
Y tiene arrumacos de vieja
pelleja.
Yo le he visto cantando,
babeando
De rabia y de vino,
bailando
Con saltos felinos
Tocando a zarpazos,.
Los acordes de un viejo «tangazo»
Y, a sus contorsiones de ardilla,
Hace son con la sucia calderilla.
¡A chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Es su extraño arte
su cepo y su cruz,
su vida y su luz,
su tabaco y su aguardientillo…
y su pan y el de sus nietecillos:
«churumbeles» con greñas de alambre
y panzas de sapos.
Que aullan de hambre
Tiritando bajo los harapos;
Sin madre que lave su roña;
Sin padre que «afane»
Porque pena una muerte en santoña;
Sin mas sombra que la del abuelo…
¡poca sombra, porque es tan chicuelo;
en el altozano
tiene un cuchitril
¡a las vigas alcanza la mano;
y por lumbre y por luz, un candil.
Vacia sus alforjas
Que son sus bolsillos,
Bostezando los siete chiquillos,
Se agrupan riendo.
Y entre carantoñas les va repartiendo
Pan y pescao frito,
Con la parsimonia de un antiguo rito:
¡chavales!
¡pan de flor de harina!
Mascarlo despasio.
Mejo pan no se come en palasio.
Y este pescaito, ¿no es na?
¡sacao uno a uno del fondo del mí!
¡gloria pura él!
Las espinas se comen tamié,
Que to es alimento…
Asi….despasito.
¡no llores, Manuela!
Tu no pués, porque no tiés muelas.
¡es tan chiquitita
mi niña bonita!..
así, despasito.
Muy remascaito,
Migaja a migaja, que dure,
Le van dando fin
A los cinco reales que costo el festín.
Luego entre guiñapos durmiendo,
Por matar el frío, muy apiñaditos.
La Virgen María contempla al «Piyayo»
Riendo
Y hay un Angel rubio que besa la frente
De cada gitano chiquito.
¡A chufla lo toma la gente!…
¡A mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
José Carlos de Luna (1890-1965)
Los Cantes del Piyayo
Rafael Flores Nieto conocido como El Piyayo nació en Málaga en 1864 y murió en 1940. Fue un cantaor y guitarrista flamenco de origen gitano y un personaje popular de la ciudad de Málaga que alternaba su vocación musical con la venta ambulante.
El Piyayo fue un creador, que aportó al flamenco unos tangos conocidos como Cantes del Piyayo*, con elementos de guajiras y letras con anécdotas divertidas y burlescas. Es un tango de estructura irregular, que lleva los ecos de la carcelera y de la guajira. Seguramente Rafael Flores vivió en Cuba, de ahí el aire habanero y quizás estuvo allí en la cárcel durante la guerra pues su cante tiene ecos de Carcelera**.
* Cantes del Piyayo es un “tango” con ligero ritmo habanero pero de marcada expresión flamenca fue denominado como cante del “El Piyayo”
**La Carcelera es un palo flamenco que al igual que el Martinete, se considera una forma de la Toná, de ambiente carcelario, a través de las cuales transmiten sus cuitas quienes sufrieron prisión. Por ser una toná, se canta sin guitarra.
La imagen del Piyayo se ha confundido a causa del poema que compuso José Carlos de Luna, quizás porque se tomó algunas licencias poéticas que no tenían nada que ver con la vida y circunstancias del cantaor y guitarrista. El Piyayo se enfadó con el autor cuando leyó que pedía limosna, él decía que solo le pagaban por su arte.
Su vieja guitarra se conserva en la Peña Juan Breva de Málaga.
Opiniones sobre El Piyayo
Juan Ballesteros Moreno, opina de El Piyayo: «Tenía una manera muy peculiar de interpretar su cante y se acompañaba él mismo con una vieja guitarra: algunas de sus coplas tenían cierta nostalgia de sus tiempos como soldado en la campaña de la guerra de Cuba… Poseía un vasto repertorio de coplillas que según afirmaba, el mismo componía… Un pintoresco gitano malagueño, viejo y simpático, que se ganaba la vida cantando por bares y colmaos como también si le solicitaban para actuar en algunas juergas flamencas».
José Luque Navajas, califica el cante de El Piyayo como un tango irregular y ligero que aglutina ecos de carceleras y de guajira; lo mismo la empleaba su autor para cantar escuetas letras de carceleras que para ensartar largos romances, sin que por ello perdiera nada de su esencia».
Gustavo García Herrera: «Las letras, producto de su calestre (a fe que era buen poeta). La música improvisada, como debía ser en un guitarrista genial y único en su género. Todo con un sello tan personal, que llegó a constituir peculiar estilo, tan suyo, que con su vida se perdió en la huesa».
Lista de reproducción de Vídeos del Piyayo