La Alcaicería está cerca de la Catedral. En la Alcaicería, se fabricaba y se vendía la seda. Hoy en día es un mercado de artesanía lleno de pequeñas tiendas y muchos recovecos por el que da gusto pasear. El aspecto de estas calles nos recuerda mucho a los zocos de las ciudades árabes actuales. Me encantó la estrechez y el aparente caos y desorden que reina por todas partes.

En tiempo de la dominación árabe fue un Gran Bazar y todavía conserva muchas callejuelas y comercios. Hoy en día abundan las tiendas de souvenirs y recuerdos, pero en aquellos siglos la alcaicería constituía como un centro de finanzas muy importante. Aquí se almacenaba la seda y se encontraban también otros artículos de lujo como joyas, ropas suntuosas, objetos de oro y plata… con los que no se podía comerciar fuera de este recinto. Disponía por lo tanto de unas medidas de seguridad muy estrictas. El recinto estaba totalmente protegido y se accedía a él a través de nueve puertas que se cerraban durante la noche.

Una de las calles curiosas es la calle Zacatín. Aquí estaban instalados los ropavejeros, personas que vendían ropas, vestidos viejos y baratijas usadas.

Cerca está la Plaza de Bibarambla, en Navidad, había un gran mercado de artesanía para Belenes, regalos, dulces de la época y una gran animación.