Balneario de Cofrentes • Cofrentes • Valencia • España •
En este extraño verano de 2021, hemos decidido hacer una breve escapada al Balneario de Cofrentes. Las mañanas para actividad… descenso del Cabriel en Kayak, crucero fluvial por el Júcar, subir al cráter del volcán, visitar el castillo de Cofrentes… y por las tardes relax… nadar en la piscina, tratamientos termales… y como nuevos.
Días: 1 |
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Llegada al balneario | Crucero por el Júcar • Volcán del Cerro de Agras |
Descenso del Cabriel en Kayak | Castillo de Cofrentes |
Piscina normal al aire libre | Comer Venta de Gaeta | ||
Piscina termal y Tratamientos Termales | Vuelta |
Tres manantiales de aguas termales le han dado justa fama de centro de salud, curación y relax. Al salir el agua con esa cantidad de gas carbónico, parece que el agua hierve. Por eso se le llama Balneario de Hervideros.
Por la tarde tocaba disfrutar de las instalaciones del balneario, su circuito termal, la piscina interior de agua caliente, algún masaje relajante y la piscina de verano del exterior. Si a todo ello le sumamos los paseos matineros antes del desayuno por el bosque de pinos en el que está enclavado este balneario-pueblo, ha sido realmente genial.
Si tuviera que hacer algún cambio, ahora no contrataría pensión completa. El buffet libre, aunque era variado, sobre todo en el desayuno, puede llegar a cansar, a nosotros por lo menos. Desayuno y cena resulta casi obligado por la distancia, pero hubiéramos preferido terminar las actividades de la mañana comiendo en Cofrentes o alrededores.
Lo que más me gustó…
Lo que más me gustó fue la piscina exterior entre pinos y a veces protegida por su sombra y la enorme piscina termal de aguas calientes en un enorme edificio con grandes ventanales donde podías relajarte viendo los pinos, flotando en el agua como si formaras parte de ella, meditando y… concentrándote en… no escuchar el griterio… lástima que haya gente que no sabe estar en estos sitios, había un padre y su hija adolescente haciendo carreras de natación, otros hablaban a gritos y reían a carcajadas, deberían educar a la gente a mantener el silencio en este tipo de instalaciones.
Siempre que viajamos nos gusta probar los diferentes tratamientos de agua que encontramos. Empezamos hace algunos años con el Hammam de Córdoba y repetimos en el Hammam de Granada, impresionantes y mágicos. Estuvimos en los Baños romanos de Bath en Inglaterra y nos bañamos en el nuevo complejo, no en el romano, claro. Por supuesto hemos probado las aguas termales del Balneario de la Alameda en Valencia y el Balneario de Ledesma en Salamanca.