Bath • Baños romanos • Inglaterra • Reino Unido
Categoría: Civilización romana
Los baños romanos de Bath son un gran complejo termal de hace 2.000 años que creció alrededor de un manantial de aguas termales donde habitaba la diosa Sulis Minerva. Hoy en día podemos bañarnos en el Manantial Sagrado que celtas y romanos disfrutaron, en diferente edificio, pero la esencia es la misma.
Los celtas adoraban a la diosa Sulis en estos manantiales, ya eran conocidos y utilizados bastante antes de que los romanos llegaran a estas tierras hace 2.000 años. Tras las primeras hostilidades con los celtas, los romanos construyeron los baños y un templo donde ambos pudieran adorar a la diosa Sulis Minerva. Sulis de los celtas y Minerva la diosa romana de la sabiduría y de la curación. Los romanos siempre supieron integrar sus costumbres en los pueblos conquistados y recoger lo mejor de aquellos y hacerlo suyo.
El nombre de “Sulis” siguió siendo usado tras la invasión romana y el asentamiento fue bautizado como Aquae Sulis, literalmente “las aguas de Sulis”.
En una inscripción encontrada grabada en piedra aparece la fecha 76 d.C., así que los baños deben haber sido construidos por entonces o antes. La inscripción dice: «en el séptimo consulado del emperador Vespasiano».
El Manantial Sagrado, donde habitaba la diosa Minerva
Sobre el primer Manantial Sagrado y a lo largo de 300 años, se fue desarrollando todo el complejo termal, que llegó a constar de: un Templo, el Manantial Sagrado, la Gran Piscina, un caldarium (baño caliente), un tepidarium (baño templado) y un frigidarium (baño frío)… Cuando los baños se separaron por sexos, se duplicaron las salas, aunque más pequeñas para las mujeres.
El corazón humeante de estos baños es el Manantial Sagrado donde habitaba la diosa Minerva. Aquí no se bañaba nadie pero se tiraban ofrendas y peticiones. Se han descubierto más de 12 mil monedas romanas, lo que representa la mayor ofrenda conocida a la divinidad realizada en Britania.
Más de un millón de litros de agua, en concreto, 1.170.000, suben hasta el Manantial Sagrado diariamente. Llenan las piscinas calientes mediante canalizaciones, tuberías de plomo y el efecto de la gravedad y lo que sobra, rebosa y va por una canalización hasta el río Avon a 400 metros de los Baños. En el pasado, este fenómeno natural del agua caliente, estaba más allá de la comprensión humana y se creía que era obra de los dioses.
La Gran Piscina, un edificio impresionante
En tiempo de los romanos, la Gran Piscina estaba cubierta por una enorme sala con bóveda de cañón que se elevaba 20 metros sobre el agua e impresionaba a sus visitantes, siendo el edificio más alto de Bath y al estar cubierta, el agua estaba clara y cristalina… actualmente se crean algas que le dan ese aspecto verde porque está al descubierto. Tiene escalones para bajar y para que la gente se sentara. También tenía mesas para tomar algo mientras. Aquí se hablaba, se hacían negocios, amigos, sexo con jovencitos que buscaban influencias… se fraguaba una gran parte de la vida de la ciudad.
Cuando uno iba a los baños, primero se cambiaba de ropa en el Apodyterium, y la dejaba allí en una casilla vigilada por su esclavo. Luego haría algo de ejercicio físico, comienza a sudar y los poros comienzan a abrir. Luego pasa al Tepidarium, la sala de baños tibios. Al Caldarium, un cuarto muy caliente y vaporoso calentado por un hipocausto, un sistema de calentamiento subterráneo y ya con la piel que ha expulsado todas las toxinas y ha quedado limpia, entra en el Frigidarium, un baño helado que volvería a cerrar el poro.
Estos baños romanos tienen algo que los diferencia de la mayoría… el agua no hacía falta calentarla, sale a 46ºC directamente del manantial, por eso podían permitirse el lujo de estas dimensiones, no siendo Roma. En otros lugares los romanos tenían que estar siempre quemando carbón para calentar el agua. Las termas se alimentaban de 3 manantiales: Hetling, Cross y Manantial del Rey.
Decadencia de los baños romanos de Bath
El Templo permaneció como lugar de culto hasta finales del siglo IV d.C. A medida que el cristianismo se fortalecía, la antigua religión pagana fue marginada y en el 391 d.C. el Emperador Teodosio ordenó el cierre de los templos paganos en todo el Imperio. El templo cayó en un estado de deterioro y finalmente se derrumbó.
En el siglo XI, el obispo John de Villula construyó una nueva alberca, el Baño del Rey, sobre el embalse original del manantial sagrado, con piedra hallada en el lugar, pero nuevamente cayó en el olvido.
Lo romano se pone de moda, siglos XVIII y XIX
Los baños romanos se extienden bajo el nivel del suelo moderno, debajo de las calles y plazas adyacentes. Todo esto estaba cegado y cubierto con tierra, calles y casas encima, pero en el siglo XIX, los propietarios de las casas de arriba, quisieron arreglar unas fugas que había y encontraron, la gran piscina. Y excavando fueron recuperando las diferentes salas.
Cuando se encontró la Gran Piscina, lo romano se puso de moda y el espíritu de Roma lo inundó todo, les encantaba. Se tomaba un baño mañanero, luego se visitaba la Pump Room para beber el agua mineralizada y sobre todo, para dejarse ver, paseos, comidas sociales, fiestas, teatro… salud y vida social, y mejor si tenías casa allí, lo que influyó mucho en el estilo de la ciudad.
Todos los edificios que se ven actualmente en los Baños, son del siglo XIX cuando se encontraron la mayor parte los baños romanos. También las tallas de los emperadores y gobernadores de la Bretaña romana.
Actualmente el complejo de los Baños se dividen en 4 zonas principales: el Manantial Sagrado, el Templo Romano, la Casa de los Baños Romanos, y un museo que contiene objetos de Aquae Sulis.
Los Baños tienen un pequeño museo con cosas curiosas como las planchas de plomo con peticiones a la diosa que se lanzaban al Manantial Sagrado. Otras contenían maldiciones… «maldigo a Fulanito, porque me ha robado la ropa…»