Todos los domingos por la mañana se monta en el Barrio de San Telmo un pintoresco y bullicioso mercado de antigüedades. En una mañana de domingo se mezclan los bailarines de tango que bailan en cualquier esquina sobre el empedrado de la calle, con todo tipo de estatuas vivientes, algunas realmente originales. También puedes ver pequeñas obras de teatro, niños tocando el bandoneón…
El bailarín «oficial» aquellos años era el conocido como «El Indio». Bailan genial en un recorte de plástico en el suelo. «El Indio» fue primer bailarín del ballet Brandsen y estando en el Ballet Folklórico Nacional, optó ser artista callejero. Resulta chocante que artistas tan buenos tengas que actuar en la calle. Hacía muchísimo frío y resulta increíble que a la bailarina no se le congelaran los pies y se le formaran cristalitos de hielo. Hay otras parejas que bailan directamente sobre el empedrado, todo un arte añadido. Aunque bailan en la calle, todos los bailarines que vimos tenían una gran formación.
Antigüedades, todas las que quieras en el Mercado de las Pulgas… y sifones, sifones de colores por todos lados, hay tantos sifones que más parece una floreciente industria del sifón de color que una recopilación de antigüedades. Barrio de San Telmo, pintoresco y lleno de colores y música. Eso sí, ármate de paciencia porque todo el mundo te pide dinero, siempre ofrecen algo a cambio, un baile, una estatua, una canción, niños con su pequeño bandoneón de plástico…
También ves una triste realidad de gente necesitada que se las rebusca como puede. Una de las imágenes que más me impactó fue la de una anciana repintada como una vieja muñeca rota, en una esquina vendiendo sus fotos ajadas de cuando era joven y baratijas a las que ni siquiera el tiempo había dado valor. Parecía sacada de un triste tango.
Barrio de San Telmo • Buenos Aires • Argentina