. Michaelerplatz 2
El Café Griensteidl abrió sus puertas en 1847, su propietario era el farmacéutico Heinrich Griensteidl, está enfrente del Palacio Imperial Hofburg, dentro del centro histórico. Durante su vida, el Café Griensteidl se convirtió en el punto de encuentro de muchos escritores e intelectuales. También se hizo famoso por su gran número de periódicos, a los vieneses les encanta leer el periódico en estos cafés, hay una gran tradición. Por este café pasaron Arthur Schnitzler, Hugo Wolf, Gustav Mahler* o Karl Kraus**.
*Gustav Mahler (1860-1911) fue un compositor y director de orquesta austriaco cuyas obras se consideran, junto con las de Richard Strauss, las más importantes del posromanticismo.
**Karl Kraus (1874-1936) fue un escritor y periodista austriaco, conocido como ensayista, aforista, dramaturgo y poeta. «Cuando los padres han construido todo, a los hijos sólo les queda el derrumbarlo».
El Café Griensteidl cerró sus puertas en 1897 y se decidió su demolición. Este acontecimiento hizo que el joven escritor austriaco Karl Kraus escribiera en 1896/1897 una serie de ensayos que comenzaban con la famosa frase «Wien wird jetzt zur Großstadt demolirt» «Viena se está demoliendo hasta convertirse en una gran ciudad». Krauss afirmaba que con la caída de las casas antiguas también desaparecen los últimos recuerdos. También se quejó de que la literatura se ha quedado sin hogar, ya que el Café Griensteidl había sido el centro literario de todos los escritores e intelectuales.
En 1990 se reabrieron las puertas del Café Griensteidl y años más tarde nosotros tuvimos la suerte de poder tomar un café en este lugar lleno de historia, aunque es una reconstrucción del que hubo un día. Probamos el Apfelstrudel, típico pastel de manzana, siempre con un vasito de agua. El agua del grifo de Viena es de gran calidad, viene directamente del deshielo de la nieve de los Alpes.
El Café Griensteidl cerró en junio de 2017.