
Está un poco retirada de las rutas típicas, así que es fácil ver a la ancianitas paseando tranquilas por su barrio. Aquí se concentran bastantes cosas interesantes, la propia plaza con sus estatuas, la casa de Tintoretto, la Iglesia de la Madonna dell’Orto, el Palacio Mastelli con su camello y la casa de un almirante, así que merece la pena darte un paseito por aquí y gozar del encanto de la zona.
En la tranquila plaza de Campo dei Mori vemos tres de las cuatro maravillosas estatuas del s. XIII, que le dan el nombre. Popularmente se asocian con la familia Mastelli, comerciantes griegos originarios de Morea en el Peloponeso, por lo que se les llamaba los Mori.
A los pies de la estatua de la nariz de bronce, conocida como Antonio Rioba se dejaban cartas denuncia dirigidas a las autoridades y también se utilizaba este nombre para firmar versos reivindicativos. La estatua del turbante que está en la casa de Tintoretto, es curiosa porque utiliza de columna una copia del s. XV de un altar romano y el turbante es un capitel reciclado.
El Palacio Martelli tiene una fachada gótico bizantina con un relieve de un hombre que tira de un camello cargado, cuenta la leyenda que… un comerciante habiéndose hecho rico mandó buscar una bella esposa en su país natal, ella le preguntó, ¿cómo reconoceré tu casa en una ciudad tan grande? y él le escribió: «Simplemente busca una casa que te recuerde a tu tierra», aunque más bien lo del camello debe referirse a los lazos comerciales que mantenían los hermanos Martelli.