Casa de Carlos Gardel • Buenos Aires • Argentina
Abasto shopping: Supongo que sería el mercado de abastos antiguo pero hoy es un inmenso «shopping» como dicen en Buenos Aires. Justo enfrente está el Monumento a Carlos Gardel. Y en la esquina una sala-restaurante con espectáculo de tango que costaba unos 200 pesos. Teniendo en cuenta que la entrada a una milonga normal valía 5 pesos y que en la mayoría de sitios muchas veces hacen exhibiciones, preferimos ir a locales más reales. Y sobre todo porque queríamos acercarnos al tango normal, bailado por argentinos… bueno… por argentinos, por japoneses, por ingleses, por españoles… nos gustaron mucho las milongas pero especialmente la de Canning, mucha gente joven, nivelazo.
La calle de Carlos Gardel tiene sabor a tiempos pasados, hay un viejo hotelito en ruinas, tienes que caminar algunas «cuadras» para llegar a la casa. En el camino nos encontramos con varias Casas fileteadas muy bonitas y decorativas, una forma de pintar muy argentina. Filetean los letreros, los muebles… y hasta las casas, todo un arte. Éstas, están en la misma ‘cuadra’ que la Casa de Gardel.
La Casa Museo de Carlos Gardel es un rincón más de este gran Buenos Aires para celebrar la figura de uno de sus grandes mitos. «Carlitos… cada vez canta mejor».
Encontramos la Academia de Tango de Carlos Copello, toda una institución en el tango. Enfrente del Shopping Abasto, de la Esquina de Gardel, de su monumento. Fuimos justo el día que inauguraban su academia y podías probar las clases.
Tomamos un par de clases de tango y una de milonga que nos la dio directamente Carlos Copello, luego se fue corriendo porque bailaba en la sala-restaurante que comentaba arriba. La academia estaba preciosa pero ya nos quedaba poquito de estar en Bs. As. y no tuvimos oportunidad de asistir a más clases.