El castillo de Celje no es solo un monumento, es una puerta al pasado. Su historia de poder, traición y romance, combinada con su impresionante ubicación, lo convierte en un lugar único. También conocido como el Castillo Viejo (Stari Grad) está situado en lo alto de una colina, este castillo medieval ofrece unas vistas espectaculares y está cargado de historias fascinantes y leyendas que marcaron el pasado de Eslovenia.
Un castillo con historia
El castillo fue construido en el siglo XIV y fue la residencia de los poderosos condes de Celje, una de las familias más influyentes de la región en la Edad Media. Los condes llegaron a rivalizar con los Habsburgo, lo que demuestra su importancia. Una de las historias más conocidas es la leyenda de Veronika de Desenice, una joven que se enamoró de Federico II de Celje. Su amor fue prohibido, y Veronika fue acusada de brujería y asesinada, un trágico episodio que sigue siendo parte del aura del castillo.
La arquitectura y las vistas
Aunque gran parte del castillo está en ruinas, conserva elementos como torres, murallas y patios interiores que reflejan su antigua grandeza. La torre de Federico es uno de los puntos más destacados y ofrece unas vistas panorámicas impresionantes del valle del río Savinja, los Alpes eslovenos y la ciudad de Celje.
Eventos medievales
Habíamos leído que en verano hay numerosas actividades con festivales y recreaciones históricas, aún así, a pesar de estar en diciembre hubo algunos que se aventuraron a aprender el arte de la espada.
Cómo llegar
El castillo está a 78 kilómetros de Ljubljana, la idea es luego visitar Ptuj y llegar hasta Maribor donde haremos noche.
Dejamos el coche en el parking del castillo gratuito.