El sarcófago se adorna con una serie de paneles con la representación de la «puerta falsa«, motivo funerario característico del Antiguo Reino.
En el otro lado largo de la caja, entre dos puertas pintadas de brillantes colores, se encuentra un solo panel central representando una mesa de un rico banquete con las ofrendas habituales para los difuntos, panes cónicos, redondos, triangulares y racimos de uvas, varias rebanadas de carne incluyendo una pata, el corazón y la cabeza del animal, un manojo de puerros, una pequeña pila de higos, una calabaza grande y dos jarrones de contenido incierto.
La riqueza de esta mesa de ofrenda funeraria, se mantendría siempre recitando la fórmula mágica: «Ofrenda que el rey da a Osiris, señor de Busiris, el gran dios, señor de Abidos, (para que) él dé ofrendas funerarias de pan y cerveza, bueyes y aves, alabastro y telas y todas las cosas buenas y puras de las que viven los dioses, para el espíritu del bienaventurado (nombre del difunto), justificado». Arriba una hilera de ungüentos en frascos destinados al cuerpo del difunto. Y abajo vino y ánforas de aceite de oliva.
Dentro del sarcófago, la momia era colocada con la cabeza en la parte donde está el udjat, el ojo de Horus, que por virtudes mágicas permitiría los difuntos ver fuera del mismo sarcófago.
Egipto • Dinastía XVII (1640-1540 a.C.) • madera estucada y pintada • Fuente: Museo Civico Archeologico di Bologna