Escaladei

La Cartuja de Santa María de Escaladei está en la vertiente meridional de la Sierra de Montsant, fue la primera Cartuja de la Península Ibérica. Acompáñanos en nuestra visita virtual para conocer lo que fue y cómo vivieron los monjes que la habitaron.

Haz clic en la 1ª foto para verlas aquí y leer los comentarios




La Cartuja de Santa María de Escaladei está en la vertiente meridional de la Sierra de Montsant, fue la primera Cartuja de la Península Ibérica. Su origen se remonta al año 1.194 en que el rey Alfonso II de Aragón, apodado el Casto, donó las tierras a los monjes de la orden de los cartujos venidos de Provenza para construir un monasterio. En 1.218, consolidada la comunidad y con las donaciones del rey Jaume I el Conqueridor, la cartuja fue adquiriendo el dominio y la jurisdicción sobre los pueblos de la Morera, Gratallops, Torroja, Porrera, Poboleda y la Vilella Alta, que conformaron el Priorat.

El gran prestigio de la cartuja y el hecho de contar con la protección real facilitaron la ampliación del monasterio, hasta llegar al s. XVIII con 3 claustros y hasta 30 celdas. El nombre actual de la comarca, Priorato, procede de la existencia de esta cartuja, aunque el territorio actual es menos extenso que los dominios originales de la cartuja.

A comienzos de agosto de 1.835 grupos de exaltados que participaban de los movimientos revolucionarios de carácter anticlerical que se desarrollaron en el país en el siglo XIX, quemaron y saquearon el monasterio, provocando la ruina del conjunto y la huida de los monjes. Escaladei era uno de los monasterios más ricos de Cataluña y en tan sólo dos años la majestuosa cartuja quedó convertida en un montón de escombros, se dice que a causa del saqueo de agricultores cansados del vasallaje y los diezmos.

Por los decretos desamortizadores de Mendizábal, todas las propiedades de la cartuja, incluido su monasterio, fueron incautadas y vendidas a particulares. Con la desamortización se pretendió que la tierra fuera comprada por gentes que pudieran cultivarla y así sacarle mayor rendimiento, la mayoría de la tierra estaba en manos de la Iglesia y los municipios. Pero «algo falló» y hábilmente se hicieron lotes tan grandes de tierra, que ningún campesino pudo comprar y solo pudieron hacerlo… las grandes fortunas. Así la tierra pasó de manos de la iglesia a los terratenientes y además se destruyó el patrimonio cultural que no se pudo vender o que no sabían que tenía valor…




Ver álbum en Google Photos