La cueva de Ghar Hassan o Għar Ħasan, se abre a un acantilado perpendicular al mar a una altura de 70 m. Cuando entras, la forma de las rocas nos da la sensación como si penetraras en las entrañas de un dragón, es una preciosidad. También se la conoce como Ghar Dalam.
Cuesta un poco de encontrar y se llega a ella por un estrecho camino en el acantilado que es realmente espectacular pues estamos literalmente colgados en el acantilado. Hay que entrar con precaución pues el suelo está húmedo y resbala… y también porque lamentablemente la gente deja su basura. La cueva tiene unos 20 metros abiertos pero luego una verja cierra el paso ya que tiene peligro de derrumbamientos.
Cuenta la leyenda… que fue utilizado por un pirata sarraceno del siglo XII, y que se llamaba Hassan. Aunque también hay muchas más versiones incluida la de los amantes turcos, que se lanzan al acantilado antes de caer en manos cristianas o el turco Hasan que rapta a una joven doncella. Nosotros entramos por un caminito con barandilla, pero dicen que Hassan lo hizo trepando por una cuerda.
Lo que sí parece claro es que la cueva fue ocupada desde la prehistoria y en diferentes períodos de su historia pues se conservan restos de la mano del hombre, como un banco, aunque eso no se ve desde fuera. Hace diez años descubrieron unas pinturas pero hay cierta controversia y no parece que sean antiguas porque aparecieron «de pronto». Sin embargo las guías oficiales aseguran que son del Paleolítico.
Lo que sí está claro que han encontrado aquí son los restos de animales de la peculiar fauna que vivió aquí durante la Edad de Hielo, como elefantes e hipopótamos enanos.
Video de Għar Ħasan y del Templo Borg in Nadur