Grassmarket: Maggie Dickson

Grassmarket: Maggie Dickson • EdimburgoEscocia

En Grassmarket encontramos un pub con el nombre de Maggie Dickson. En este mercado se realizaban ejecuciones, por eso hay dibujada una horca en el suelo de la plaza. Aquí tuvo lugar un extraño caso de una mujer a la que condenaron a la horca y no murió. Como la sentencia no hablaba nada de muerte, no pudo repetirse la ejecución. A partir de entonces las condenas fueron «a morir en la horca».

La curiosa historia de Maggie Dickson y Grassmarket

Maggie Dickson nació alrededor del 1.702 en Musselburgh (mussell significa mejillón), a unos ocho kilómetros de Edimburgo, donde la mayoría de los hombres se dedicaban a la pesca, la tierra o la sal y las mujeres llevaban los artículos a vender a las calles de Edimburgo.

Margaret Dickson se casó con un pescador que pasaba más tiempo en el barco que en tierra. Dicen que la había abandonado o que tal vez lo ejecutaron. El caso es que Maggie se encontró sin marido pero no era viuda. Allá por 1.723, Maggie marchó a otro pueblo a ganarse la vida y huyendo de la «vergüenza» del abandonado de su marido, se puso a trabajar en una posada, y tuvo una relación con el joven hijo del posadero.

Tuvo la mala suerte de quedar embarazada de un bebé ilegítimo. A las mujeres escocesas «caídas en pecado» las obligaban a ir tres domingos seguidos a la misa, sentarse en un lugar bien visible y aguantar el sermón del cura y la vergüenza ante todo el pueblo. Ella no quiso hacerlo y ocultó todo lo que pudo el embarazo. Llegado el momento, el parto se adelantó, parió sola en el campo y no se sabe con certeza si el niño nació vivo o muerto.

Encontraron el cuerpo de un bebé muerto en el río y, claro está, enseguida detienen a Maggie la acusan del crimen y la encierran en la cárcel de Edimburgo.

Un cirujano hizo sus «experimentos» con los pulmones del bebé y determinó que había nacido vivo y murió por ahogamiento. Condenaron a Maggie a muerte aunque como no había pruebas del homicidio, solo la acusaron por ocultar un embarazo. Mientras estuvo presa, confesó que quedó embarazada, que estaba muy arrepentida pero que ella no había matado a su hijo.

Grassmarket: Maggie Dickson El periódico tiene mal puesta la fecha porque se escribió en el siglo XIX

Hoy nos sobrecoge el dato, ejecutarán a Maggie Dickson simplemente por ocultación de embarazo, no por crimen ni por adulterio. Y así fue, la ahorcaron a la edad de 23 años, el 2 de septiembre de 1.724 en Grassmarket, donde solían hacerse estos espectáculos por ser un mercado muy concurrido.

Descuelgan el cuerpo y lo entregan a unos parientes para que la llevaran al pueblo. Estos hicieron una parada a 3 km de Edimburgo a tomar algo y vieron con horror que la tapa del ataúd se movía.

Uno de los hombres levantó la tapa y resulta que Maggie estaba viva. A la mañana siguiente, ya recuperada, continuó camino a su casa de Mussleburgh. A partir de entonces recibió el apodo de Half Hangit Maggie, Maggie la medio colgada.

Las leyes la condenaron, pero luego «la salvaron» de morir

Muchas de las leyes escocesas estaban basadas en el Derecho romano que afirmaba que si la sentencia había sido ejecutada, la persona quedaba liberada de la condena y de cualquier otro castigo para siempre. Ella fue condenada a la horca, fue ahorcada, por lo tanto su delito había sido pagado tal y como dijo el abogado que la defendió.

Creo que nosotros tenemos algo así también, que no puedes ser juzgado dos veces por el mismo crimen, si te absolvieron, pues te absolvieron y si te castigaron, pues cuando acaba tu castigo ya no te pueden seguir acusando del mismo.

También por ley, como había sido ejecutada, su matrimonio quedaba disuelto, o sea que quedaba libre para casarse con quien quisiera. Así que se casó de nuevo, vivió 40 años más y le dio tiempo a tener muchos hijos, comer muchas perdices y morir de vieja… y siempre negó haber ahogado a su bebé… pero…

¿con quién se casó Maggie Dickson?

… unos dicen que con su marido que estaba vivo,
… otros dicen que con John Dalgleish, el verdugo que no apretó las cuerdas de sus manos para que se pudiera soltar,
… otros más románticos, que con el abogado que la defendió…
así que esta historia tiene final abierto, a gusto del lector.




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