Hoi An rebosa historia y encanto por sus cuatro costados. Como los coches no pueden acceder a la ciudad antigua, resulta ideal para pasear o recorrerla en bicicleta, aunque sí que circulan muchas motos como en todo el país.
Entrar en la ciudad antigua es gratis, pero mucha gente compra una entrada que incluye la visita a cinco lugares de interés. Hace unos meses costaba 120.000 VND, menos de 5 €, aunque no es raro que pidan bastante más dependiendo dónde la compres.
De todas formas, una conocida que ha viajado hace poco, nos comentó que sale mucho más barato comprar la entrada individual en el lugar al que quieras entrar.
Un poco de historia de Hoi An
A partir del siglo XV cuando se firmó la paz con el reino de Cham, Hoi An prosperó durante los siguientes cuatro siglos gracias al comercio con prácticamente todo el mundo. Solamente a finales del XVIII, la ciudad quedó totalmente destruida en las guerras de la revolución de Tay Son, aunque tras su reconstrucción, recuperó su esplendor comercial hasta finales del siglo XIX.
Barcos chinos, japoneses, holandeses , portugueses, españoles, indios, filipinos, indonesios, tailandeses, franceses, británicos, llegaban a este puerto para comprar principalmente seda, pero también tejidos, papel, porcelana, té, azúcar, pimienta, medicinas chinas, colmillos de elefante, cera de abeja, madreperla, lacas, sulfuro, plomo…
Aquí se asentaron los primeros colonos chinos, siendo hoy día aún una parte importante de la población y están tan integrados que incluso hablan vietnamita entre ellos.
Hoi An fue la primera población que tuvo contacto con el cristianismo en el siglo XVII. Fue un misionero francés, Alexandre de Rhodes, quien desarrolló la escritura en caracteres latinos para el idioma vietnamita, llamada quoc ngu.
Durante la colonización francesa, Hoi An fue un centro administrativo y en la guerra de Vietnam, ambos bandos respetaron la ciudad que prácticamente no sufrió daños.
Principales puntos de interés
La ciudad antigua
Declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, la ciudad ha cuidado mucho de su patrimonio con normas estrictas sobre construcción y urbanismo y peatonalizando varias calles Sería muy deseable que en Hanoi hicieran lo mismo.
El ticket de la entrada sirve para visitar algunos edificios y tú debes decidir cuáles. La entrada da derecho a asistir a un espectáculo de música tradicional y a uno de los siguientes puntos de interés: museos, salas de reuniones, casas antiguas y otros.
Dicen que uno de los museos más interesantes es el Museo del Comercio de Cerámica, también por el edificio donde se ubica.
Entre las casas de reuniones destaca la del grupo étnico Fujian.
La capilla de la familia Tran sobresale entre las casas de reuniones.
En la categoría de «otros» entran sitios como el Puente Japonés y el templo de Quan Cong.
También es cierto que no todas las casas antiguas y salas de reuniones requieren entrada, por lo que también se puede entrar y echar un vistazo en ellas paseando por la ciudad antigua.
Hoi An de noche
Hoi An de noche se ilumina con miles de farolillos de colores, tanto en tierra como sobre el río Hoai surcado por centenares de barcas con sus correspondientes luces. Todo esto da a la ciudad una fotogenia increíble.
La bonita tradición local del Festival de las Linternas se realiza el día 14 de cada mes. Ese día se apagan las luces artificiales de la ciudad, se corta el tráfico, se encienden los farolillos y se sueltan velas sobre el río que se las lleva junto con los sueños y los deseos de cada uno. El marco es idílico, pero la realidad te sobrepasa por la enorme cantidad de gente que hay absolutamente todos, todos los días tanto de gente local vendiendo velas, como de turistas soltándolas en la corriente. Tanta animación es muy bonita, pero resulta bastante agobiante.
El puente cubierto Japonés
Atravesamos el puente, pero como estaba en obras y totalmente cubierto de andamios, no pudimos apreciar su belleza, aunque sí queremos hablar de su historia.
El primer puente en este lugar lo construyeron los japoneses en 1.590 para comunicar con los barrios chinos situados al otro lado del río. En su lado norte hay un pequeño templo que tiene una inscripción sobre su puerta con el nombre nuevo que le dieron en 1.719 y que significa «puente para los transeúntes que llegan de lejos«. Sin embargo todo el mundo sigue conociéndolo con su nombre antiguo: «puente cubierto japonés» en vietnamita Chua Cau.
En las entradas del puente hay dos monos a un lado y dos perros al otro. Unos cuentan que la gente les rendía culto porque muchos emperadores del Japón habían nacido en el año del perro o el el año del mono. Como siempre, hay otra versión que dice que el puente comenzó a construirse en el año del Mono y terminó en el año del Perro. Las estelas tienen escritos los nombres de todos aquellos vietnamitas y chinos que hicieron donaciones para la restauración del puente.
La imagen de este puente está en los billetes de 20.000 VND (0’76 €).
Museo del Comercio de Cerámica
Situado en una casa de madera restaurada, contiene cerámicas blancas y azules del período Dai Viet (desde 1.428 hasta 1.804). Resulta espectacular el mosaico de cerámica que hay sobre el estanque del patio interior.
Sala de reuniones de la congregación china de Fujian
Originalmente sirvió como lugar de reuniones de la comunidad y más tarde se convirtió en un templo en honor a Thien Hau, deidad de la provincia de Fujian. La puerta es de 1.975.
El mural cerca de la entrada a la sala principal muestra a Thien Hau con un farolillo cruzando un mar tempestuoso porque acude a rescatar a un navío que está hundiéndose. El mural frente a este exhibe a las familias de los seis clanes que llegaron aquí huyendo de Fu Kien en el siglo XVII cuando la dinastía Ming fue derrocada.
En la penúltima estancia vemos la estatua de Thien Hau flanqueado por las diosas Thuan Phong Nhi a un lado con su piel roja y Thien Ly Nhan al otro con la piel verde. Ellos se encargan de avisar a Thien Hau cuando ven a algún marinero en peligro para que el dios acuda inmediatamente a ayudarles.
La última sala alberga el altar central con estatuas sentadas de los cabezas de familia de los clanes de Fu Kien. Debajo de ellos las estatuas más pequeñas son sus descendientes. Detrás del altar, a la derecha, el dios de la Prosperidad y a la derecha, tres hadas y otras figuras más pequeñas. Son representaciones de las doce Muoi Hai Ba Mu o comadronas. Resultan muy tiernas porque son las encargadas de enseñar a los bebés las habilidades que necesitan para sobrevivir el primer año de vida: mamar, estar tumbado boca abajo, sonreír… Cuando un niño cumple el primer mes de vida, celebran un ritual especial pues se dice que cada una de las Doce Comadronas representa un rasgo próspero que uno desearía para el recién nacido. Aquí vienen también las parejas que desean tener hijos.
La simbología de los grupos de figuras en esta estancia representan los elementos más importantes en la vida china: los antepasados, los hijos y el bienestar económico.
Los animales presentes en la decoración del Salón de la Asamblea de Fukian siempre tienen un significado. Los peces en la fuente del mosaico simbolizan el éxito y el logro. El dragón es el poder, la tortuga, la resistencia, el unicornio es símbolo del conocimiento y el fénix la nobleza.
Como es habitual, después de pasar las naves, uno se tiene que descalzar para subir a la plataforma.
Sala de reuniones de la congregación china de Cantón (Pagoda Quang Trieu)
El altar principal está dedicado al general chino Quan Cong. Le veneran y le rezan por ser un símbolo de lealtad, sinceridad, integridad y justicia. Son muy interesantes los abanicos de metal con sus largas empuñaduras a cada lado del altar. Cada año en junio tiene lugar la celebración del Festival de Quang Cong.
Esta sala de reuniones que también recibe los nombres de Pagoda de Quang Trieu y Sala de Asambleas Quang Dong, la construyeron los chinos procedentes de Quang Dong en el siglo XVIII. Tiene un gran patio delantero con bonitos bonsáis. En su interior conserva objetos antiguos muy valiosos y tanto su arquitectura como los motivos ornamentales son espectaculares.
Sala de reuniones de la congregación china de Chaozou o templo de Trieu Chau
Las familias procedentes de Chaozou, al este de la provincia de Cantón, construyeron esta casa no hace mucho tiempo, en 1.845. Como eran navegantes o sus negocios dependían de las travesías marítimas, dedicaron el templo al general Phuc Ba, el pacificador del mar, que tiene su figura en el altar del centro. A ambos lados están representados los genios de la fortuna y el de la felicidad.
El edificio está ricamente adornado y para su construcción no utilizaron materiales locales, sino que trajeron casi todo de China, incluidas las maderas lacadas y los preciosos azulejos.
Sala de reuniones de todas las comunidades chinas
De 1.773, aquí se reunían todas las comunidades chinas procedentes de Fu Kien, Cantón, Hainan, Chaozou y Hakka. Como en las otras casas de reuniones, en su arquitectura se mezclan elementos chinos, vietnamitas y también franceses.
Casas antiguas
Casa Tan Ky
La casa de este comerciante vietnamita se conserva tal cual era a principios del siglo XIX. Su arquitectura, como siempre, refleja las influencias china y japonesa. El techo con de caparazón de cangrejo cubre unos sables esculpidos que están envueltos en cintas de seda. Los sables simbolizan la fuerza y la seda, la flexibilidad.
Bajo el balcón del patio interior, en los soportales tallados en madera se ven hojas de viña, de clara influencia francesa.
Nos gustó mucho visitar esta casa, es realmente preciosa.
Capilla de la familia Tran
La capilla, de 1.802 es un santuario para rezar a los antepasados. La construyó un importante miembro de esta familia que llegó a ser mandarín y realizó funciones de embajador de China. Se puede ver su retrato a la derecha de la capilla.
La puerta principal solo se abre en la celebración del Tet, el año nuevo de Vietnam y en el aniversario del antepasado principal.
Sobre el altar hay unas cajas de madera que contienen unas lápidas de piedra sobre las que están grabados en caracteres chinos los nombres y fechas de nacimiento y muerte de los antepasados junto a algunos efectos personales. En el aniversario de la muerte de uno de ellos, abren su caja, se quema incienso y le hacen ofrendas, generalmente de comida.
Antigua casa de Phung Hung
Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de Hoi An en la que se mezclan de forma magistral los estilos vietnamita, japonés y chino. Ochenta columnas que se alzan sobre sus bases con forma de flores de loto sostienen su estructura, casi toda en madera. De esta forma han conseguido evitar la humedad y el ataque de las termitas.
Fechada en 1.780, pertenece aún hoy a una antigua familia de comerciantes marinos. Se encuentra bastante cerca del puente cubierto japonés.
En su interior se aprecia el lujo y el refinamiento en todos los detalles ornamentales y en los muebles de maderas preciosas.
Capilla de la familia Truong
Tiene dos siglos de antigüedad y está dedicada a los antepasados de esta familia procedente de China. Algunos de sus miembros fueron mandarines en la corte del emperador vietnamita.
Casa de Tran Phu 77
Es otra de las maravillosas casas y tiene más de tres siglos de antigüedad.
Templos y pagodas
Templo Bà Mụ, o Templo de la Diosa Madre
Todas las civilizaciones han tenido una diosa Madre y en China y Vietnam no iban a ser menos. Ba mu es considerada la protectora y el templo está dedicado a los recién nacidos.
Pagoda de Chuc Thanh
Minh Hai, un monje budista venido de China fundó esta pagoda, la más antigua de Hoi An en 1.454 (según la guía Lonely Planet). Conserva varios objetos antiguos que aún utilizan, como un gong de piedra de más de 200 años, otro de madera aún más antiguo y varias campanas.
Pagoda de Phuoc Lam
Fundada a mediados del XVII, se encuentra situada solo a 400 m de la pagoda de Chuc Thanh. En el recorrido de una a otra se pasa por un obelisco levantado sobre la tumba de 13 personas chinas ejecutadas por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
Pagoda de Cao Dai en Hoi An
Muy cerca de la estación de autobuses, está rodeada por jardines que resultan muy tranquilos.
Esta nueva religión llamada Caodaísmo, la fundó un funcionario vietnamita del gobierno francés en 1.926, quien lógicamente afirmó que recibía comunicación directa de dios. Parece ser que simplemente mezcló elementos del cristianismo y el islam con las religiones del oriente, hinduismo, budismo, taoísmo y confucianismo. Por eso, Jesús, Moisés, Mahoma y Confucio son sus profetas principales y entre sus santos incluyen a personajes tan curiosos como el novelista Víctor Hugo.
Pozo de Ba le
Seguramente este pozo tiene su origen en la época Cham en los siglos VIII y IX. Dicen que su agua es la única con la que elaborar la auténtica sopa cao lau, hecha con fideos, cerdo y verduras, por lo que aún puede verse a personas, sobre todo ancianos, acudir con su cubo para recoger agua.
Dicen que en Hoi An todavía se conservan más de 80 de estos pozos antiguos que siempre tienen un suministro constante de agua dulce.