Cuenta la leyenda que… la construcción de la Iglesia Santa María de Formosa, como en muchas otras ocasiones la propició una aparición de la Virgen. Esta vez llegó como una mujer bien proporcionada (formosa en italiano). El afortunado que presenció el milagro fue San Magno, obispo de Ordesa en el siglo VII. Recordemos que a este santo se le aparecía todo, pues la Iglesia Santi Apostoli la construyó también porque se le aparecieron los 12 apóstoles, no uno ni dos… los doce.
El edificio fue reconstruido en el 1.492 por el arquitecto Codussi en el emplazamiento de un primitivo templo probablemente del siglo XI. El campanario es del siglo XVII.
El Dogo y una procesión de doce jóvenes visitaban la iglesia cada 2 de febrero. Esta procesión de vírgenes se realizaba para conmemorar el rescate de las novias secuestradas por piratas de Istria y Trieste de San Pietro di Castello en 944. Santa Maria Formosa se convirtió en un centro para el Gremio de Casselleri (fabricantes de cassoni o arcones nupciales). Ellos fueron los que llevaron a cabo el rescate y pidieron una visita anual de los dux como recompensa.
La Iglesia Santa María de Formosa en el campo del mismo nombre es el centro vital del Sestiere de Castello.