Jarandilla de la Vera • Valle de la Vera • Cáceres • España
Jarandilla de la Vera habitada por los celtíberos, municipio romano conocido como “Flavium Vivertorum”, más tarde visigoda y luego conquistada por los árabes… famosa porque el Emperador Carlos V se alojó aquí unos meses camino de Yuste.
Jarandilla de la Vera es el segundo municipio más poblado del valle, con casi 3.000 habitantes. Hay diferentes hipótesis sobre el origen del nombre Xarandiella, “villa de prados verdes”… Xaraniella… a mí me ha gustado especialmente esta… proviene del árabe Xarandilla, que quiere decir “Monte de Jara”.
El rey Alfonso VIII de Castilla refunda Plasencia en 1186, tierra que estaba en manos de los musulmanes. Para asegurar los nuevos territorios encomienda su defensa a la Orden del Temple que edifican una fortaleza donde está el actual castillo. Jarandilla perteneció a la Orden del Temple entre 1171 y 1173. Cuando la Orden de los templarios cayó, los territorios pasaron a Fernando IV, es decir, a la corona de Castilla.
Al encontrarse en el centro del valle, y contar con el magnífico Parador Nacional de Turismo, Jarandilla ha tenido un enorme éxito turístico, lo cual ha dado lugar a un crecimiento no siempre respetuoso con la arquitectura tradicional y popular. Sin embargo, como ya hemos dicho, por su situación, es el enclave ideal desde el que iniciar la visita al fabuloso valle de la Vera y así lo elegimos nosotros.
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Qué ver en Jarandilla de la Vera
Palacio de los condes de Oropesa, fortaleza que data del siglo XV, actualmente Parador Nacional de Turismo. El parador es un alojamiento soberbio tanto por la calidad de los servicios, como por la magnífica belleza del edificio y por la excelente relación calidad precio. Aquí estuvo alojado Carlos V durante tres meses mientras terminaban las obras de sus aposentos en el Monasterio de Yuste. Allí se trasladaría finalmente un 3 de febrero de 1557. Por ese motivo, ese día se celebra la tradicional «Ruta del Emperador«, que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. Mucha gente realiza andando los 12 Km que separan ambas localidades y ese día se ponen a disposición autobuses gratuitos para volver a Jarandilla.
Iglesia de Nuestra Señora de la Torre, gótico tardío, llamada así porque aprovechó la torre del homenaje de una fortaleza medieval para servir de campanario. Conserva un retablo del siglo XVII, un Cristo de marfil del XVI y una pila de piedra con una svástica grabada, símbolo de los visigodos.
Fiestas y tradiciones
Al igual que en la fiesta de las Luminarias en Madrigal, el mismo día 7 de diciembre también aquí celebran con el fuego a la Virgen de La Inmaculada con la fiesta de los Escobazos. No prenden grandes hogueras como en Madrigal. Lo que hacen es construir unos tremendos escobones con la planta de la escobera, tan abundante en la zona. A las 7 de la tarde todos los vecinos se lían a escobazos entre ellos, beben vino y cantan. Más tarde, al anochecer tiene lugar el lado religioso de la fiesta. Se prende fuego a los escobones y se acompaña en procesión a la Virgen iluminándola con sus escobones ahora convertidos en antorchas.