José María el Tempranillo, bandolero • Grazalema • Lugares en Cádiz • España
José María el Tempranillo, bandolero, Grazalema fue testigo mudo de sus amores con María Jerónima Francés fallecida después de dar a luz a su hijo.
El bandolero José María el Tempranillo nació en Jauja, Lucena (Córdoba), 1805 ant. y murió a los 28 años en Alameda (Málaga), 1833.
El bandolerismo
Hubo un tiempo en que, por la tierra de Grazalema, la gente pasaba necesidad. Las fincas productivas pertenecían a unos pocos y las improductivas al resto. La justicia tampoco era demasiado equitativa: afín a los privilegiados, perjudicaba de continuo a los desprotegidos. Coger las bellotas de debajo de las encinas, por ejemplo y echárselas uno a la boca sin que un guarda te pegara o te llevara preso, era tener mucha suerte. Sin embargo, la pura necesidad hacía perder el miedo.
En ese caldo de cultivo, unos probaron suerte en el ventajoso mundo del contrabando y otros siguieron el sendero del delito, la extorsión y el robo. De todos los existentes en su época, encontramos algunos ejemplares en nuestra serranía: Barbarán, Zamarra, Antonio Mena alias «El sapo», Juan García Nebrón o el furtivo Pasos Largos.
Algunos, oriundos de otras tierras, eligieron también nuestro abrupto territorio como lugar donde encontrar refugio y escondite: el caso más sobresaliente fue el sin par, José María «El Tempranillo» cuyo estilo y gallardía impulsó enormemente la leyenda en los primeros años del siglo XIX.
José María «El Tempranillo» y su mujer María Jerónima Francés
José María el Tempranillo bandolero de oficio en la Serranía de Ronda tuvo amores con María Jerónima Francés con quien contrajo matrimonio en 1830. De esta relación nació un niño el 6 de enero de 1832.
El Corregidor de Ronda recluta una numerosa partida de realistas y migueletes, y organiza una emboscada-trampa para apresarle. Rodean la casa donde la mujer está pariendo en un cortijo de Grazalema. «El Tempranillo» respondió al ataque y los soldados del Rey no se atrevieron a asaltar la casa por miedo a que hubiera más bandoleros. En medio de tantos disparos y pánico, María, muy nerviosa, murió en el parto.
José María huyó con el recién nacido, ceñido a su cuerpo con ayuda de la faja, y el cadáver de su mujer cruzado a la grupa de su jaca «Beata». Se dirigió hasta Grazalema donde vivía su cuñado Frasquito Francés, apodado «El de la Torre”, le entregó el niño, y se refugió en la sierra por unos días.
El 10 de enero de 1832, José María vuelve a Grazalema para bautizar a su hijo con todos los honores en la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. Fue el padrino el famoso bandolero de Estepa, Juan Caballero y le puso por nombre José María. Cuando José María llegó aquí, la gente estaba asustada por una posible represalia del bandolero, pero «el Tempranillo» no hizo nada y nadie llamó a las autoridades, respetando así su dolor. (Partida de nacimiento en el folio 14 reverso, Libro 44, 10 de enero e 1832).
María Jerónima Francés fue enterrada en Grazalema en el pórtico de la Iglesia de la Encarnación.
El bandolero hoy en día
El bandolero hoy en día está muy idealizado, era un personaje tradicional y pintoresco en Andalucía pero se ha hecho de él una figura romántica, un héroe de un género literario tipo Robin Hood, por eso es difícil saber qué leyendas son verdaderas y cuales no, las coplillas también han ayudado a su idealización…
- Carmen, novela corta de Prosper Mérimée, escrita en 1845…
- Diego Corrientes, el ladrón de Andalucía, que a los ricos robaba y a los pobres socorría….
- Debajo de la capa de Luis Candelas, mi corazón amante vuela que vuela. Madrid te está buscando para prenderte y yo te busco sólo para quererte…
Una de las más populares dice que yendo un día a través de la campiña de Montecorto, se encontró con un pobre rentero que iba montado en su vieja y desbaratada mula. José María se dio cuenta de que sería mejor que tal mula estuviera muerta y, cogiendo su pistola, la mató.
El pobre hombre se quedó compungido porque era el único animal que poseía, pero José María le dijo que fuera a un cortijo cercano y buscara un animal joven y lo comprara. Le arrojó una bolsa de dinero que contenía la cantidad requerida para la compra. El hombre hizo lo que le había dicho y compró la mula. No mucho más tarde, José María espoleó a su caballo, llegó al cortijo y sacando sus pistolas recuperó su dinero. Esta historia es uno de los tópicos del bandolerismo, pues se cuenta en cualquier sitio acerca del héroe bandolero local.
Obtuvo el perdón del rey siendo joven aún y pasó al servicio real como guardia de los correos de Andalucía. Fue asesinado cuando defendía un convoy del asalto de uno que, anteriormente, había sido su lugarteniente.
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