Kanazawa

En Kanazawa nos adentramos en el Japón antiguo de las geishas y los samurais. Nos encontramos en el extremo occidental de los Alpes japoneses desde donde se puede contemplar el mar.

La familia Maeda, del clan Kaga, construyó la ciudad a mitad del siglo XVI. Esta familia organizó y planificó el desarrollo de la ciudad con barrios residenciales para samurais y para los ciudadanos. También incluyeron una serie de templos alrededor del castillo.

Durante el período del shogunato de Tokugawa (1.603 – 1.868) kanazawa alcanzó un gran desarrollo económico y cultural, llegando a rivalizar con Kioto y con la nueva capital, Edo. A partir de la restauración imperial Meiji (1.868) quedaría relegada a un segundo plano y no siguió el fuerte crecimiento industrial del resto del país. Este fue el motivo por el que no sufrió bombardeos durante la II guerra ya que no era un enclave importante. Gracias a eso Kanazawa es hoy como una ciudad museo.

Qué ver en Kanazawa

El castillo de kanazawa

La fortificación comenzó hace más de 400 años. Varios incendios han destruido muchos edificios, pero aún quedan elementos antiguos como la puerta de Ishikawa y la Sanjikken Nagaya.

El jardín Kenrokuen de Kanazawa

Este jardín, del siglo XVII, está considerado como uno de los más bonitos de Japón y es uno de los testigos del antiguo esplendor de Kanazawa. Su nombre significa «el jardín de las seis sublimidades». Estas son las cualidades que, según la tradición china, debe tener todo jardín: artificialidad, antigüedad, aislamiento, amplitud, agua abundantes y vistas amplias. En otros libros hemos encontrado que las seis cualidades son: ubicación aislada, amplitud, fidelidad a los antiguos modelos de jardines, abundancia de agua, amplias vistas y ser una copia fidedigna de un paisaje natural.

Nuestra visita al jardín Kenrokuen es muy rápida, demasiado, pero la lluvia arrecia y para colmo, el conductor del autobús ha confundido las horas y ha llamado a la guía que vuelva una hora antes. El jardín es maravilloso, con mucha agua por todas partes, un lago inmenso y casi todo el suelo alfombrado de un musgo espectacular con distintas tonalidades del color verde.

El barrio Higashi Chaya

Construido a principios del XIX, este es un barrio histórico de Kanazawa. Su nombre significa literalmente «barrio oriental de las casas de té». Es un auténtico laberinto de callejones pintorescos con muchas casas de té, llamadas chaya. En estas chaya era donde trabajaban las geishas entretenían a los clientes con el ritual de la preparación del té, música y danzas. Al lado del río Asanogawa discurren hileras de casas tradicionales de geishas que nos transportan a otra época.

Aquí entramos a ver la Casa de Geishas Ochaya Shima, para aprender sobre las tradiciones, costumbres y el arte de las geishas, que incluyen el baile, la música, la conversación refinada y el servicio elegante que han caracterizado a estas artistas durante siglos en Japón. Tomamos el té y visitamos la casa. En una de las salas hay varios instrumentos musicales: koto, samisen, biwa, taiko, tambores: tsurumi. Resultó una visita muy agradable.

El barrio de Nagamachi

Nagamachi es el barrio histórico de Kanazawa donde antiguamente vivían los samurais. Aún se conservan algunas de aquellas antiguas villas.

Dimos un paseo nocturno por el barrio samurai. Está todo cerrado, no hay restaurantes, aunque vimos una casa donde estaban impartiendo cursos de caligrafía. Todas las casas son de madera, con una gran puerta de entrada y su tejadillo, algunos con tejas que parecen de cerámica vidriada. Nagamachi es un barrio muy hermoso y agradable. Te hace sentir literalmente como si estuvieras en la época del periodo Edo.

El mercado de pescado de Omicho

Este mercado tiene mucha historia. Si paseas por aquí, especialmente por la mañana descubrirás una enorme variedad de pescados. Es el lugar ideal para disfrutar de una comida.