Luarca • Asturias • España
Hoy nos vamos a visitar Luarca. La idea es parar en algunas playas, como Concha de Artedo, la de San Pedro, llegar al faro de Cabo Vidio, la Playa del Silencio, pasear por Luarca y llegar a comer a Puerto de Vega.
Lo bonito es llegar a estos maravillosos rincones por la carretera N-632 y solo utilizar la autovía para volver rápidamente hasta Cudillero, donde estamos alojados. De todas formas, son demasiados lugares y al final decidimos dejar la Playa del Silencio y la de San Pedro para después de comer.
El plan ha salido perfecto.
Concha de Artedo
El camino andando hasta la Concha de Artedo es precioso. Dejamos el coche en el aparcamiento gratuito y disfrutamos de un agradable paseo junto al río, la mayor parte del camino por una pasarela de madera bajo una exuberante vegetación. Al final un puentecillo cruza el río en su desembocadura.
Cabo Vidio
Siguiendo camino por la N-632 atravesamos los pueblos de San Martín de Luiña, Soto de Luiña y Oviñana y llegamos hasta el faro en Cabo Vidio. El edificio del faro está en obras, no es uno de esos faros majestuosos, pero el paisaje y el estrecho sendero sobre los acantilados son espectaculares.
Luarca
Ahora sí tomamos la autopista y sin darnos cuenta, estamos en Luarca. Lo primero que hacemos es subir al cementerio de Luarca. Su situación privilegiada en lo alto, con esas vistas maravillosas del puerto y de Luarca, hacen que se haya convertido en una atracción turística por méritos propios. Además aquí está enterrado el Premio Nobel, Severo Ochoa, en la tumba familiar de los Ochoa Albornoz y no podemos dejar de rendirle el homenaje que merece.
Desde el cementerio llegamos dando un breve paseo hasta la vecina ermita de la Virgen Blanca, edificio del siglo XVIII. Está situada en la parte más alta de Luarca, un promontorio privilegiado llamado La Atalaya que protege el puerto de Luarca. Se construyó sobre una antigua ermita del siglo XIV y las reformas del XVII y del XVIII le dieron su aspecto actual.
Dejamos el coche en el Parking 1. Es gratuito, pero apenas encontramos una plaza libre en el cuarto y último piso. Ahora sí, paseamos tranquilamente por esta preciosa ciudad. Vemos por fuera alguna de las casas de Indianos que hay repartidas por la localidad.
Puente del Beso
De camino hacia el puerto, nos detenemos a echarle una fotografía al famoso puente del Beso. Es el puente más bonito y fotografiado de los siete que hay en Luarca por la leyenda que lo envuelve. Un pirata herido y condenado a muerte, un gobernador cumplidor de las leyes y una hija de gobernador que, como no, se enamora perdidamente del pirata Cambaral al que tenía que cuidar hasta su ejecución. Planes de fuga frustrados y muerte de ambos por la espada del gobernador sobre el famoso puente donde se dieron ese último beso que tuvo que ser de película. Sus cuerpos quedaron abrazados y sus cabezas cayeron al agua y llegaron hasta el mar.
El puerto de Luarca
Con sus casas apiñadas sobre la colina y los barcos de colores, es el lugar ideal para pasear y para descansar en cualquiera de los bares y restaurantes que hay.
Como todos los puertos del Cantábrico, sus muros son auténticas fortificaciones para cobijar los barcos del oleaje. En la Lonja del pescado un mural de azulejos explica el sistema democrático que los marineros utilizaban en la Mesa de Mareantes para decidir si se salía a la mar a faenar o los barcos quedaban en puerto.
Junto al puerto se extiende el Barrio de la Pescadería, seguramente la zona más antigua y más bonita de la villa, ideal para perderse por sus calles estrechas, aunque empinadas. En lo más alto el esfuerzo se ve recompensado por el descanso y las vistas fabulosas desde el mirador del Chano.
Playas en los alrededores de Luarca
Puerto de Vega
La comida en el restaurante La Marina en Puerto de Vega, realmente espectacular. Este puerto sí que se fortificó con cañones y almenas, esta vez para defenderse no del oleaje, sino de los piratas.
Playa del Silencio
Hasta hace poco, había una zona de aparcamiento donde se pagaba 1 € de forma voluntaria. Ahora hay dos carteles que indican ser el parking de la playa y cobran 3 € por turismo y 5 por vehículos más grandes.
Si no vas a pasar el día en la playa, no hace falta que dejes ahí tu coche. Se puede continuar por el estrecho camino hasta el mirador situado sobre la playa. Allí ya no es posible seguir bajando en coche. Hay sitio para aparcar al lado del camino. La panorámica es espectacular y la playa maravillosa. No me extraña que la gente baje andando los 15 minutos que faltan para llegar al estrecho y blanco arenal rodeado de rocas y vegetación. Nosotros nos quedamos con el momento, las vistas desde lo alto y la foto para el recuerdo. Después continuamos hacia adelante para volver de nuevo a la carretera.
Playa de San Pedro
Es una de las playas muy concurrida. Pertenece al concejo de Cudillero. Se la conoce como playa de San Pedro de la Ribera y también como San Pedro de Bocamar. Cuenta con todo tipo de servicios por lo que es muy frecuentada por familias con niños. El ratito que estuvimos allí disfrutamos con las habilidades de varios niños practicando surf.