Luxor: Templo de Karnak

La palabra Karnak en árabe significa castillo o ciudad fortificada y es la que mejor refleja la realidad de este lugar.

El templo de Amón Karnak es un inmenso espacio religioso. El faraón Senusret I, el segundo de la XII dinastía, inició su construcción con una humilde capilla blanca, casi 2.000 años a. C. Posteriormente casi todos los faraones a lo largo de los siglos, incluso hasta emperadores romanos, fueron ampliando el templo. El resultado fue un gigantesco espacio de más de 80 hectáreas totalmente protegido por una muralla de 10 m de altura y 8 m de grosor.

Aquí se adoraba principalmente al dios Amón y también recibían culto otras divinidades como la diosa Mut, el dios guerrero Montu, Jonsu, el hijo de Amón, o el dios Ptah llamado el maestro constructor.

Resulta impresionante pensar que atravesar la puerta de entrada y llegar al centro del templo es como viajar en el tiempo atravesando más de 2.000 años de construcciones.

Principales espacios del templo de Karnak

Eje este oeste

El primer pilono o puerta de acceso desde el río nos conduce al inmenso patio porticado en el que había 26 columnas. Venía a ser como el vestíbulo al que podía acceder el pueblo llano para celebrar las fiestas y contemplar a la divinidad los días que se sacaba en las procesiones.

A la derecha del patio se encuentran los reposaderos para las barcas sagradas donde podemos admirar los pilares osiríacos, estatuas del último de los grandes faraones, Ramsés III.

Al final del patio porticado, el segundo pilono aún conserva una colosal estatua de Ramsés II con su hija Benanta. Lo atravesamos y avanzamos hacia la impresionante sala hipóstila

La sala hipóstila es uno de los espacios mas espectaculares del templo. Nada menos que 134 columnas que se alzan a más de 20 metros de altura. Están ricamente decoradas con relieves de las campañas militares de Seti I y su hijo Ramsés II. Las columnas tienen capiteles con forma de flor de papiro, unas abierto y otras cerrado.  En la mitología egipcia estas columnas representan los juncos que había en las aguas primitivas, de donde surgió la colina primordial y toda la vida en la tierra.

El recorrido de unos 50 metros de longitud por este auténtico bosque de columnas siempre se hacía en penumbra. Las celosías del techo dejaban entrar muy poca luz y esto debía infundir un temor y respeto reverencial a los visitantes que lo atravesaban.

Karnak - tercer pilonoEl tercer pilono que cierra la sala hipóstila nos da paso al patio o «sala de la fiesta». Aquí llegó a haber seis obeliscos, erigidos por Tutmosis I, Hatshepsut y Tutmosis III,  pero al final solo quedaron cuatro.

El cuarto pilono cierra este patio y nos conduce a la llamada sala Uadyet cerrada por el quinto pilono. Solo tiene 14 metros de longitud y está decorada con columnas. En este espacio se celebraba la fiesta Sed en la que se conmemoraban los primeros 30 años de reinado del faraón. Se le rejuvenecía y se le devolvía toda su potencia para seguir manteniendo la maat, el orden y el equilibrio.

Aquí Hatshepsut levantó dos obeliscos, pero no se sabe por qué, su sucesor Tutmosis III ordenó que quedaran casi totalmente ocultos dentro de un pilono. Así se formó otra puerta de acceso hacia la zona más antigua del templo, el patio del Reino Medio donde estuvo el primer templo dedicado al dios Amón construido por Senusret I. Era cuadrado y tenía 38 metros de lado por 6 de altura y en su interior albergaba el sanctasanctórum. Este templo perduró hasta el siglo IV d. C. cuando los habitantes de Luxor lo utilizaron como cantera para construir otros edificios.

Detrás de ese primer templo, Tutmosis III hizo levantar otro al que llamó «Ajmenu«. Se trata de una sala de 40 metros de anchura con 20 columnas. Tenía una serie de habitaciones dedicadas a Sokar, a Min y al propio faraón y una curiosa sala con las paredes decoradas con relieves de plantas y animales exóticos, conocida como la sala del jardín botánico. Dentro del recinto del Ajmenu también se encuentra una habitación muy pequeña, la sala de los antepasados, donde aparecen los nombres de los 61 faraones que precedieron a Tutmosis III. Están agrupados por dinastías y solo 39 son legibles. Los relieves originales se encuentran en el museo del Louvre en París y aquí los han sustituido por una copia.

Eje norte sur

La gran reina Hatshepsut decidió construir el octavo pilono frente a la salida sur del patio de la fiesta para señalar el eje norte sur.

Desde aquí salían las procesiones con la barca sagrada en la que transportaban la estatua del dios Amón hasta el recinto de la diosa Mut, su esposa.

Tutmosis III construiría en medio el séptimo pilono y Horemheb finalizaría los pilonos noveno y décimo.

En este eje norte-sur se conserva el templo de Jonsu, el dios lunar hijo de Amón y Mut, cuya construcción comenzó Ramsés III. Es un templo pequeño pero que contiene todos los elementos de un templo egipcio típico: el pilono de entrada, un patio columnado, una sala hipóstila y el sanctasanctórum.

El templo de Jonsu está muy bien conservado. En el pilono de entrada aún se distinguen los huecos donde encajaban los mástiles de madera que sustentaban los estandartes y banderolas del dios. También se pueden observar algunos restos de las crioesfinges que flanqueaban la entrada.

En esta zona norte-sur también existió un gran recinto dedicado a la diosa Mut. Estaba unido al templo de Amón por la avenida de las esfinges. Tenía un estanque sagrado, el tempo de la diosa Mut, un reposadero de las barcas de Mut y Jonsu y otros templos.