Nos acercamos a comer a Marsaxlokk, donde hay muchos restaurantes en el puerto mirando al mar que sirven pescados. A pesar de estar al lado del mar y con mesa en terraza a la sombra, el sol no perdonaba… y las moscas tampoco.
Marsaxlokk es un pequeño pueblo de pescadores que tiene todo el puerto lleno de «luzzus» barquitas tradicionales de pesca, cuyo origen se remonta a la época fenicia y ha perdurado hasta nuestros días por su resistencia y estabilidad. Pintan los luzzus de una forma muy llamativa, con vivos colores. Llevan el ojo de Horus en la proa como símbolo de protección y para alejar malos espíritus. Esta costumbre de pintar los ojitos les llegó a través de los fenicios. Los griegos también la tenían y se mantiene en otros pueblos del Mediterráneo. Seguramente a todos ellos les vino la costumbre de los egipcios que pintaban ojos protectores por todos lados, en sus veleros, en los sarcófagos. Sin embargo el ojo no se parece mucho al ojo de Horus egipcio.
Ya un poco desesperados con el calor, nos dimos un baño en la Bahía de Marsaxlokk, un poco más adelante, justo enfrente de la central eléctrica, el agua estaba clara y transparente, aunque más tarde leí que no era el lugar más recomendable para hacerlo por la presencia de la central, así que sería mejor seguir más adelante, que está St. George Bay. Antes de llegar a St. George Bay está St Lucian Tower.
St Lucian Tower es una fortificación situada entre Marsaxlokk y Birzebbuga. La construyeron los Caballeros de Malta allá por el año 1.610 y es una de las llamadas Torres Wignacourt. Los británicos la ampliaron y la convirtieron en una fortaleza victoriana con foso. St Lucian forma parte de un anillo de fortalezas victorianas que protegían la Bahía de Marsaxlokk de los turcos, junto con Fort Delimara, Fort Tas-Silg y Fort Benghisa.