Pedraza es una villa totalmente amurallada con una sola puerta de entrada y de salida, un lugar con encanto lleno de arte y gente que trabaja, vive y sueña su pueblo. Imperdible.
La Villa de Pedraza se puede decir que ha renacido sus cenizas. Hubo un tiempo no hace muchos años en que sus propiedades se malvendían como material de construcción. Los compradores derribaban las casas y utilizaban la piedra para levantar corrales o gallineros en otros lugares. Personas como el boticario D. Pedro Abad intentaron detener esas prácticas. El pintor Ignacio Zuloaga también compró en los años veinte a precio de ganga las ruinas del castillo y de una iglesia y se dedicó a su restauración. En 1.951 fue declarada «Conjunto Monumental», pero no sería hasta los años 80 cuando surgió un auténtico boom turístico hacia este lugar cargado de tradición y autenticidad.
Algunos dicen que Pedraza es un decorado porque mantiene su imagen medieval sin modificaciones, sin embargo la palabra decorado nos sugiere falsedad y artificio y Pedraza carece de lo uno y de lo otro. Es un pueblo donde vive y trabaja gente de verdad durante todo el año.
El recinto de la villa está totalmente amurallado y sólo tiene una puerta de entrada y salida. Esta puerta junto con la torre, sirvió como cárcel desde el siglo XIII hasta el XIX. Durante el siglo XX solo la utilizaron como cárcel de tránsito, es decir, para alojar durante un día o dos a algún reo que trasladaban hacia otra prisión.
El castillo, del siglo XIII, es de propiedad privada y se puede visitar el museo de pintura de Ignacio Zuloaga, el aljibe y el patio de armas.
Acompáñanos en nuestro paseo, recorreremos sus calles, visitaremos la cárcel… pero no nos quedaremos en ella, eh… te va a encantar.
Pedraza está a unos 35 km. de Segovia, encaramada en un cerro. Es una villa medieval completamente amurallada desde el siglo XI. Desde abajo divisamos su Castillo.La Puerta de la Villa, de estilo mudéjar, es la única entrada y salida al pueblo. Sus orígenes se remontan al siglo XI, y fue reconstruida en el XVI siendo señor de Pedraza Iñigo Fernández de Velasco, cuyo escudo preside la entrada.Los portones son de madera de álamo negro y eran cerrados durante la noche impidiendo la entrada o salida de cualquier persona salvo emergencia; en tal caso era el carcelero el responsable de abrir la puerta, ya que ésta, está integrada en la cárcel. Cuando el pintor Zuloaga vivía en el pueblo, aún se cerraba la puerta.Subes por la calle Cordovilla hasta el único aparcamiento, te olvidas del coche, y toca pasear y disfrutar.Este pueblo se mantiene casi intacto desde el 1600. En el siglo XIX le vino la decadencia y llegaron a venderse sus casas para usar la piedra en otras construcciones.Después de un tiempo de abandono, gracias al trabajo y al interés de un grupo de gente entre la que se encontraban artistas e intelectuales, Pedraza puede ser considerada una de las villas medievales mejor conservadas.Iglesia de San Juan Bautista, templo del siglo XIII de arquitectura románica con retoques barrocos. Bajo la torre, donde están los árboles hay un pasaje que lleva hasta la Plaza Mayor.La Plaza Mayor es irregular, un poco anárquica y destartalada, cada edificio campa por sus respetos, difícil meter en cintura a aquellos antiguos repobladores acostumbrados a hacer valer su voz.El Ayuntamiento con su doble galería de arcos y el reloj que rige las horas de la villa desde 1774. Su por entonces relojero ganaba 120 reales al año. Un arco o pasadizo bajo el ayuntamiento…… comunica con la calle Cordovilla, popularmente conocida como la calle del cura, por estar aquí la vivienda del obispado destinada a los curas.La Plaza Mayor está porticada y en ella se encuentran las casonas y palacios de la antigua nobleza de Pedraza.Su apogeo comienza en el siglo XV, alcanzando su máximo esplendor en el XVI y XVII fruto del comercio lanar y es de cuando datan la mayor parte de casas y palacetes.Se exportaba, hacia el Norte de Europa, la lana de sus rebaños de ovejas merinas y sus excelentes tejidos, capaces de competir con los mejores que se elaboraban en Flandes, los telares segovianos eran famosos en toda Europa..En este lado se encuentran dos casas del siglo XVI, los soportales fueron añadidos con posterioridad y los capiteles de las columnas pueden haber pertenecido al castillo.En esta puerta quedan restos de una inscripción.El banco del soportal es una sola pieza de enebro de más de 8 metros. Generaciones enteras de pedrazanos han visto pasar aquí sus días.Una gran puerta con escudo familiar y acebo.Desde los balcones y terrazas la nobleza disfrutaba de las fiestas taurinas que se realizaban en esta plaza.El pequeño balcón que hay a la derecha de la foto debajo de la torre de la iglesia, es conocido como balcón verde y solo se accede a él desde la calle con una escalera de quita y pon. Se lo construyó un noble cuya casa estaba en la calle Real y se le permitió construir este balcón para que pudiera ver cómodamente los festejos de toros en la plaza.En Pedraza se han rodado numerosas escenas de películas y series, el escenario se presta.La casa con balcón de esquina es la Casa de Pilatos, un caserón del siglo XVI que perteneció a la familia Ladrón de Guevara.A Pedraza vienen los urbanitas de fin de semana a comer, y nosotros comprobamos por qué.Hemos sido buenos pero… vamos a la cárcel.
La antigua cárcel de Pedraza
La cárcel de Pedraza está situada en lo que en un principio fue una torre vigía y debajo se encuentra la puerta de la villa. En ella vivía el carcelero y había varias salas donde malvivían los presos. Se remonta a tiempos medievales, siglo XIII.La Puerta de la Villa está integrada en la cárcel. Era costumbre situar las cárceles cerca de una torre de vigilancia porque ante un ataque, siempre se podía utilizar a los presos como escudos humanos o lanzarlos por las ventanas para que cayeran encima de los atacantes.El carcelero vivía en la cárcel y en esta habitación de los guardianes hay chimenea. La habitación anexa con puerta de madera era para presos preventivos.En esta ventana en la sala de los guardianes hay un curioso agujero donde los carceleros hacían sus necesidades y caían directamente a la calle, pero fuera de la muralla… un detalle.Durante el día los presos estaban sueltos en la celda.Y de noche se les sujetaban los pies al cepo y la cabeza enganchada con un grillete a la pared. Este camastro estaría cubierto por un lecho de paja.Dependiendo de la crueldad del carcelero también se le podía poner de pie, con el grillete muy alto para que pasase toda la noche de puntillas… y otras variaciones con diferentes grados de crueldad.En la ventana hay grabados en la madera dibujos y nombres de estos desgraciados presos que estaban a expensas del capricho de sus carceleros.El carcelero que también era el encargado de abrir la puerta de la villa, cobraba un peaje de un tronco de madera por cada carga que pasaba por su puerta, así se calentaba, cuentan los legajos que alguno se quejó de su sueldo y del frío que pasaban a causa de las goteras.Los presos «pasaban el rato» haciendo dibujos en las paredes…… o tallando la madera.Este era el WC de los presos preventivos, que iba a dar a una fosa-mazmorra subterránea donde estaban presos de sangre, que no tenían ninguna posibilidad de sobrevivir.Una cárcel con vistas, estos por lo menos tenían ventana.La pared de madera originalmente estaba encalada por aquello de la desinfección. Fuera la habitación de los guardianes.
Vemos la torre románica con doble arquería de la Iglesia de San Juan.Aún en el siglo XX fue utilizada como cárcel de tránsito para presos que tenían que hacer noche en algún traslado.Estas celdas de madera eran para los presos comunes, eran casi de lujo comparadas con la mazmorra y eso que podían estar hacinados hasta 15 presos en 3×3 metros… o sea, que imagina estar en el calabozo subterráneo.Apenas entraba la luz en ellas por las rendijas entre la madera.Quince personas aqui detro no cabían tumbados, tendrían que estar sentados durante los días de su encarcelamiento. A veces también eran llevados a galeras.La letrina estaba fuera de la celda y sus defecaciones caían diirectamente sobre la mazmorra inferior. Realmente maligno, malévolo y cruel, aunque hay más…Este agujero del suelo es la mazmorra, aquí estaban los presos de sangre. Nunca metían más de dos presos a la vez, para que no pudieran subirse uno encima del otro y escapar… aunque tampoco hubieran podido porque…… se los arrojaba directamente desde aquí, con lo cual siempre se rompían algo y teniendo en cuenta que esta mazmorra era la fosa séptica de toda la cárcel, suponemos que su muerte sería agónica y segura. Cuando se restauró, entre la innumerable porquería también se encontraron restos humanos.El carcelero de vez en cuando le daba una cesta a alguno de los presos de la mazmorra para que la llenara de huesos, cadáveres o lo que hubiera y era subastado como abono para el campo y así se sacaba un dinerillo. También habria que saber qué clase de juicio tuvieron estos pobres desgraciados. Terrible.No se tiene constancia de que hubiera ejecuciones en Pedraza, claro que conociendo los métodos no haría falta, se morían solos por las condiciones existentes.
El castillo de Pedraza
En el Castillo vivían los Señores de Pedraza, ahora es el Museo Ignacio de Zuloaga. Está considerado como uno de los más antiguos de Europa.Dicen que puede tener orígenes romanos, que más tarde se levantó una alcazaba musulmana y en la Edad Media se convirtió en fortaleza, pero en realidad los restos más antiguos encontrados son del siglo XIII.Los pinchos se ponían como defensa y ésta era la única puerta de asalto posible, si conseguían traspasar el foso. El resto del castillo daba a una gran altura, lo que lo convertía en inexpugnable.Cuentan que en su paso por estas tierras Abderramán III lo utilizó de residencia. Y en 1529, en este castillo fueron secuestrados como rehenes durante meses, los hijos del Rey de Francia, secuestrados pero… con toda su corte y servidumbre.Fue heredado y restaurado por Bernardino Fernández de Velasco y quedó en manos de esta familia. Sobre la puerta, las armas de Don Pedro Velasco.Aquí tuvo lugar el suceso de la «la corona de hierro». Cuenta la leyenda que… la bella Elvira, señora del castillo y esposa del Conde de Ridaura, mientras su marido andaba en luchas, ella y el clérigo Roberto, su amor de juventud, reavivaron su pasión.Cuando el burlado conde volvió, durante un banquete, hizo colocar una corona de hierro con púas sobre la cabeza del clérigo, que murió, claro. Luego incendió la torre donde se refugió la bella Elvira, y abandonó para siempre el castillo. ¡Qué malos humos!Cerca del castillo existió un portillo por donde también se podía entrar al pueblo pero, algunos avispados vendedores lo usaban para entrar en él sin pagar las tasas, así que en el siglo XVII, lo tapiaron.El Castillo fue comprado y restaurado en 1926 por el pintor Ignacio Zuloaga, cuya retrato nos acompañó durante años en nuestra vida cotidiana, en los billetes de 500 pesetas.Zuloaga ya conocía Segovia desde 1898 y pintó numerosos cuadros de temas segovianos, de estilo realista y costumbrista.La Iglesia de Santa María era el templo donde se realizaban todos los actos religiosos de los duques de Frías. Aquí llegó a estar el rey Carlos IV.Esta Iglesia también fue comprada por Zuloaga junto con el castillo.Está claro que la iglesia ha vivido tiempos mejores… aunque a la cigüeña le gusta igual.La calle Real de Pedraza comunica el castillo con la Plaza Mayor.Al fondo vemos la Iglesia de San Juan, románica con su torre visible desde cualquier parte del pueblo.
Ermita de San Pedro, un templo románico convertido en vivienda particular.La Villa de Pedraza, amurallada y viva, llena de arte… y sabor.Adiós Pedraza… volveremos.