Un poco de historia sobre el templo de Philae
Sobre el templo de Philae es relevante conocer que fue muy importante para los egipcios. En este lugar la diosa Isis devuelve a la vida a Osiris a quien su hermano Seth había matado y descuartizado repartiendo los miembros por todo Egipto. Isis recuperó, unió los trozos y, a pesar de que Osiris todavía está muerto, gracias a la magia, tendrá un hijo con él, que será Horus. La mitología continúa con Horus derrotando a Seth y completando la resurrección de su padre Osiris.
La construcción la inició Nectanebo I (378-361 a. C.), la completarán los ptolomeos y más tarde también los romanos.
Se encontraba en la isla de Philae situada entre las dos presas de Asuán. La construcción de la primera presa de Asuán (1960 – 1970) obligó a desmontar el templo piedra a piedra y se trasladó a otra isla más elevada, la isla de Agilkia. Otros 24 monumentos fueron salvados de la misma forma, entre ellos los de Abu Simbel.
Muy importante también saber que este fue el último lugar donde se practicó la antigua religión egipcia. El año 535 d. C. el emperador romano de oriente, Justiniano impone el culto cristiano aquí y obliga a transformarlo en la iglesia de San Esteban que funcionó hasta el siglo XII.
En Philae vivieron los últimos sacerdotes que conocían la escritura de los jeroglíficos cuyo conocimiento desapareció con ellos. Philae fue el último reducto de la antigua religión.
Partes del templo de Philae
Pabellón de Nectanebo
Nada más desembarcar, a la izquierda, el pabellón de Nectanebo I presenta 14 columnas situadas en dos filas. Desde aquí arranca una columnata que conduce hasta el primer pilono. Estamos en un patio enmarcado por dos pórticos de columnas a ambos lados. Las de la derecha mirando al pilono las mandó construir el emperador romano Augusto.
En las columnas de la izquierda aún se aprecia en las columnas la diferencia de color que indica hasta dónde quedó inundado el templo.
Primer pilono
Iniciado por Nectanebo I, sería completado por diferentes faraones. Destacan los relieves que representan a diferentes dioses, Isis, Horus y Hathor, así como al faraón Ptolomeo XII sometiendo y matando a sus enemigos.
Patio columnado
Tras el pilono de entrada, un patio columnado construido por Ptolomeo VIII y terminado por el romano Tiberio. Este espacio, también llamado mammisi o casa del nacimiento, era el lugar de adoración a Isis.
Segundo pilono y copia del texto de la piedra Rosetta
Más estrecho que el primero, pero sin embargo más alto, el segundo pilono está decorado con escenas de Ptolomeo XII. A la derecha en la parte inferior contiene una copia del texto de la piedra Rosetta en jeroglífico y en demótico. De hecho es una de las diez copias que se han encontrado y que han servido para reconstruir la original de Rosetta totalmente.
El texto es un edicto del faraón Ptolomeo V en su noveno año de reinado y que básicamente decía que todo el mundo le debía obediencia y culto divino. Para terminar, el decreto ordenaba colocar copias de este edicto en todos los templos de Egipto.
Además de esta copia de la piedra Rosetta, el templo de Philae resultó fundamental para que Champollion pudiese resolver y descifrar la escritura jeroglífica. Resulta que en uno de los obeliscos que había aquí y que terminó en un jardín de una casa noble en Dorset (Inglaterra), figuraban en la base dos cartuchos que serían los nombres de Ptolomeo y Cleopatra. Cuando Champollion recibió copias y pudo examinarlos comparándolos con el texto de la piedra Rosetta observó que el de Ptolomeo era idéntico.
Sala hipóstila
La puerta da paso a la sala hipóstila cubierta. Sus diez columnas mantienen un colorido muy vivo en su decoración y en el techo vemos escenas astronómicas. La sala se utilizó como iglesia en época cristiana. Por este motivo se ven cruces talladas en las paredes.
El santuario
Dedicado a Isis, muy reducido de tamaño, está formado por varias salas y una cripta. A la derecha, el patio de las ofrendas con representaciones del rey haciendo honores a la diosa Isis.
Puerta de Adriano y los últimos jeroglíficos escritos
La puerta de Adriano muestra al exterior un relieve de Isis con cabeza de vaca.
Situada en el lado oeste de la isla, el muro interior que hay frente a esta puerta tiene la curiosidad de que en sus paredes figuran los últimos jeroglíficos que se escribieron en el antiguo Egipto. Según los egiptólogos expertos, estas inscripciones se hicieron el 24 de agosto del 394 d. C. y son una invocación al dios Mandulis.
Los expertos nos narran que un sacerdote, seguramente con prisas por la apresurada y descuidada caligrafía, talló en la pared una invocación y una profesión de fe en su dios Mandulis. Un magnífico testigo de un mundo que desaparecía y que no muchos guías conocen.
Otras construcciones
Adosado al templo principal, en la parte este, está el templo dedicado a la diosa Hathor, construido por Ptolomeo VI Filometor (181 – 145 a. C), aunque también el emperador de Roma Augusto dejó su imagen en los relieves de las paredes. La dedicatoria a Hathor se ve claramente en las representaciones de la diosa con orejas de vaca en los capiteles de las columnas.
A la izquierda del santuario de Isis y al norte de la puerta de Adriano, un pequeño templo en honor al dios Harendotes, cuyo nombre en egipcio era Hornedjitef. Era una variante del dios Horus como protector y vengador de su padre.
Otro bello espacio de este complejo religioso es el llamado quiosco de Trajano. Era el lugar de reposo de la barca sagrada en la que se sacaba en procesión a la diosa Isis. Esta construcción con forma cuadrada ha perdido la techumbre, pero mantiene sus 14 esbeltas columnas con capiteles vegetales.
Alrededores de Philae
Si se tiene tiempo, es muy recomendable visitar el obelisco inacabado, el poblado nubio y atravesar en coche la presa de Asuán.