Plaza Zocodóver • Toledo • Lugares en Toledo • Castilla-La Mancha • España
Antes era un mercado árabe y hasta hace algunos años se mantuvo allí un mercadillo «el martes», la gente dice: «¿Dónde vas?. Voy al martes», no sé qué harán si lo cambian de día, aunque no creo pues Enrique IV concedió a Toledo un mercado cada martes, o sea, que viene de lejos. Su nombre árabe es «suk al dawad», Zocodóver, Mercado de las Bestias. Ahora lo ponen en una plaza fuera del recinto viejo.
Zocodóver es ahora una plaza turística, siempre llena de gente y es como el centro de Toledo, su corazón latente. También se puede hacer un viaje en el trenecito, así tomas un primer contacto general con la ciudad, asientos duros, pero bueno, te van contando historietas… lo que hay que conseguir es que mejoren el sonido. Es un poco de guiris pero a medida que creces te dan menos vergüenza las cosas, ande yo caliente… Además siempre que llego a una ciudad me gusta coger el barquito, el trenecito… Te lleva también fuera de la ciudad, hasta los cigarrales, al atardecer vimos unas puestas de sol espectaculares y te cuentan todas las leyendas toledanas, algunas de amor-macabro, como la decapitada que su cabeza dio 7 botes y surgieron 7 manatiales… total porque se lio con un cristiano. Se ve que la diferencia de religiones trajo sus problemillas a las parejas que querían saltarse las reglas.
¡Ah! y el cafelito también toca en Zocodóver.
En Zocodóver está el Arco de la Sangre. En esta plaza se ajusticiaba a los condenados y los consolaban los Hermanos de la Cofradía de la Sangre.
Debajo de los soportales está la pastelería de Santo Tomé que dicen hace uno de los mejores mazapanes de Toledo. El origen del mazapán en Toledo se atribuye a las monjas del convento de San Clemente; cuando los árabes habían asediado la ciudad, a principios del siglo XIII, el hambre se apoderó del pueblo y las religiosas recurrieron a su despensa para intentar aliviar esta necesidad. Los únicos productos que tenían almacenados eran almendra y azúcar, y con estos alimentos elaboraron una masa que tras su cocción se obtuvo lo que denominaron “pan de maza”. Maza era el mortero donde se trituraba la almendra y se mezclaba con el azúcar y pan porque era como un pan de almendras.