Praga: qué ver

Lo más cómodo es organizar la visita a Praga por sus barrios, que son los siguientes:

En primer lugar destacamos Staré Město, la ciudad vieja. Aquí se encuentra la plaza Staromesta y el famoso reloj astronómico.
Otra zona importante es Hradčany, el barrio del castillo. Se sube en funicular y conviene sacar la entrada con antelación para evitar colas y esperas. Las vistas desde arriba son realmente espectaculares.
No podemos olvidarnos de Mala Strana, la ciudad pequeña. En esta zona está la calle Nerudova donde se encuentra la casa de nacimiento del escritor checo Jan Neruda, autor de los «Cuentos de Mala Strana». Otro lugar precioso aquí es el monasterio Strahov, ocupado por los monjes premonstratenses desde el siglo XII. Entre otros rincones hermosos, alberga una espléndida biblioteca barroca de 1.670.
El siguiente en la lista es Josefov, el barrio judío, rebautizado así en 1.850 en honor al emperador José II quien dictó un edicto de tolerancia religiosa. De aquel antiguo guetto, hoy solo quedan en pie unas sinagogas, el cementerio y el antiguo ayuntamiento. De 1.893 a 1.913 comenzó su demolición y hoy le llaman la milla de oro con casas modernistas y los mejore comercios de todo Praga. Por cierto, los nazis no destruyeron las sinagogas porque pensaban hacer allí un museo exótico de una raza extinta.
Y finalmente, Nové Město, o la ciudad nueva, con la famosa plaza de San Wenceslao.