Hoy será un día muy intenso y nuestro primer safari en el Masái Mara… salimos de noche del campamento, los leones vuelven de su cacería nocturna, los cuellos de las jirafas se recortan en la hora azul sobre el cielo, los hipopótamos pastan en solitario pensando ya en tirarse a la charca… amanece en la sabana y la vida continúa, unos se van a dormir y otros despiertan, unos morirán y otros nacerán, vida y muerte se darán la mano y la rueda seguirá girando.
Jambo Afrika… antes de las 5h de la mañana ya estábamos en pie para emprender nuestro primer y apasionante safari fotográfico por el Masai Mara.
Un café solo y comienza la aventura. Los felinos vuelven de cazar por la noche y entre la maleza vemos una leona.
También puedes llegar a Masai Mara en avioneta, aunque te perderías el “masaje masái” que te dan los baches de las carreteras.
Comienza el amanecer en la sabana. Es de una gran belleza.
Sin palabras
Ya tenemos nuestro primer animal en el objetivo, una Jirafa Masái con esas manchas irregulares con el borde dentado, diferentes a las reticuladas que veremos más adelante y que está declarada en peligro de extinción, sobre todo por la caza furtiva y los cambios en los usos del suelo.
Un Hipopótamo común oriental, son animales semiacuáticos, reparten su tiempo entre la tierra y el agua, aunque curiosamente, tienen a sus crías en en agua. Cuando pastan en tierra van solos pero cuando están en el agua están todos juntos. Son muy activos pastando por la noche, acaba de amanecer y seguramente cuando empiece a apretar el calor se volverá a la charca.
Su piel tiene 15 cm. de grosor, lo que le hace difícil presa para los depredadores y además la piel, le protege del sol. Es el animal que más muertos causa porque aunque es herbívoro, es muy territorial y ataca a las personas cuando están pescando, lavando la ropa… un mordisco de hipopótamo puede partir un cuerpo humano por la mitad.
El Búfalo Africano forma parte de «los cinco grandes» o los «big five» junto con el elefante, león, leopardo y rinoceronte. Aquí está con el pajarito que le limpia las heridas de garrapatas y se come las larvas de las moscas. El búfalo le da alimento y protección. Una buena simbiosis.
El pobre Impala, al que todo el mundo se come, él que es herbívoro y no se mete con nadie. Se caracteriza por esa especie de ‘m’ que tiene en el trasero.
Suelen ir unas 20 hembras en manada junto al macho dominante, que tiene cuernos. Y el resto de machos van en una bachelor herd, una manada de solteros, que irán retando al dominante hasta que alguien le quite el puesto.
Necesitan beber agua todos los días, pero con el rocío de la mañana tienen bastante.
El Tántalo Africano camina por el agua con el pico abierto y en cuanto detecta movimiento, cierra el pico y atrapa a la presa, lo que indica que debe tener sensores de movimiento pues cuando toca las plantas, no lo cierra.
Ya ha cazado un bichito, utilizan su pico como sonda para detectar su presa. Está emparentado con la cigüeña… sí, se parece.
El Ave Martillo llamada así por la forma de su cabeza. Hace unos nidos tan robustos que aguantaría el peso de un hombre. A veces los nidos tienen 2 metros de diámetro y 50 kilogramos de peso.
La elegante Garcilla Bueyera es un ave emprendedora y cosmopolita que se adapta a todo tipo de circunstancias. Mientras muchas aves desaparecen, ella se ha extendido hasta casi la Antártida.
Aquí están los tres juntos desayunando con la preciosa luz del amanecer.
Subir en globo al amanecer debe ser una experiencia inolvidable, con esta luz, este paisaje, estos colores… algo mágico… hasta que descubres que vale 450 € por persona… y se te deshincha el globo de la ilusión.
Aparecen por lo menos diez elefantes que salen de entre los árboles. Hay varias crías. Estas manadas suelen estar compuestas solo por hembras donde la líder es la matriarca más vieja, la que mejor sabe encontrar el camino al agua, la que más memoria tiene.
Los elefantes son capaces de tener sentimientos, empatía, tristeza… y nunca olvidan quién les hizo daño. La oreja es como su huella dactilar, única e irrepetible.
Los elefantes pasan al lado del coche como si no lo vieran, están relajados y no supone ninguna amenaza para ellos.
Nos hemos encontrado con este Kongoni o Búbalo de Coke, una especie de antílope. Kongoni es en swahili. Tiene los cuernos en forma de lira.
La Sabana Africana es un vasto ecosistema caracterizado por amplias llanuras cubiertas de hierba y dispersos árboles y arbustos. Las sabanas africanas experimentan estaciones húmedas y secas, lo que influye en la migración y el comportamiento de la fauna que depende de estos ciclos naturales para sobrevivir.
Un Chacal Lomo Negro, qué mono, qué chiquitín… pero que no te engañe el tamaño pues es uno de los chacales más feroces. Ataca los rebaños de los masáis y puede transmitir la rabia, así que bien lejos, que no es un perrito.
Y encontramos al bellísimo y fotogénico Cocodrilo del Nilo, grande, imponente… sé que me miraba a mí.
Vimos al cocodrilo comiéndose a un pequeño Impala, impresiona la fuerza que tiene. No me extraña que tenga malas digestiones, dicen que para terminar de digerir estas piezas, tiene que comer piedras para ayudarle a aplastar y moler la comida. Aunque otros dicen que comen piedras para sentirse pesados y hundirse más, o para sentirse llenos… no sé.
Este hipopótamo también me miraba a mí. Son el tercer mamífero terrestre más grande después del rinoceronte y el elefante. El hipopótamo no suda y segrega una sustancia aceitosa de color rojiza que les protege la piel y que parece sangre.
Momento íntimo de dos hipopótamos apareándose. Dura como unos 15 minutos. El período de gestación de un hipopótamo es de 243 días (ocho meses) y dan a luz a sus crías bajo el agua. El nombre de hipopótamo vienen del griego y significa ‘Caballo de río’.
Son las 8:30h. de la mañana de mediados de julio, hace muy buen tiempo pero de momento, la ropa no sobra. A lo largo del día te vas quitando capas… y se agradece que no haga el calor de España.
Toca desayunar por todo lo alto, menudo lujo, en medio de la sabana, al lado del río Mara, rodeados de rinocerontes y cocodrilos, que espero que no vengan a quitarnos las tostadas.
Los hipopótamos cuando pastan son solitarios, pero en el agua siempre están muy juntos. Suelen estar donde hacen pie. Si un hipopótamo bosteza es una señal de amenaza, de momento estos están tranquilitos.
Encontramos unos Topis, son antílopes rápidos. Tienen una pequeña joroba característica y unas manchas azul oscuro en piernas y caras. Dicen que su nombre viene de que se colocan en montículos o termiteros para ver mejor «in the top». La mayor migración se produce en el Serengeti ↔ Masai Mara, donde se unen a los ñus, cebras y gacelas.
Los cocodrilos mantienen la boca abierta para permitir la entrada de aire y la refrigeración, así no se acaloran. Estos reptiles no pueden regular su temperatura corporal, son ectodermos. A medida que el animal se calienta por el sol, cambia de posición abriendo la boca, entre otros mecanismos, para disipar el calor corporal.
El Avefría Espinosa es una elegante ave en el Masai Mara, Kenia. Se alimenta de insectos y pequeños invertebrados.
Este es el Jeep donde viajamos nosotros con una pareja de chicas divertidas y positivas, como nos gusta la gente. El conductor, el masái Simon es muy agradable también.
El viaje con ellas ha sido especial, ameno y divertido.
Este es el masái William, guía y conductor del otro vehículo… que tiene una vista privilegiada para encontrar los animales en la sabana. Los guías conocen los territorios de cada animal por eso es mucho más fácil que los vean ellos antes que tú, porque los animales son de costumbres fijas y los felinos marcan su territorio.
Emilio y nuestro conductor, el masái Simon. Además los guías llevan una emisora de radio donde se comunican con compañeros por dónde se han visto los animales. En Costa Rica, también se hacía igual… por eso es mucho mejor ir siempre con un guía local.
Los cocodrilos pueden estar dos años sin comer, pero bueno, aquí tienen suficiente caza. Hay muchísimos cocodrilos y se les ve tan felices… parece mentira lo que pueden llegar a hacer, lo que vimos esta tarde fue tremendo durante la Gran Migración.
El Sirirí Cariblanco es natural de América y África. Se dice que cuando se los oye cantar, anuncian la lluvia, ya que por la presión del aire vuelan más bajo, y si vuelan bajo, se les oye más.
Encontramos una pareja de avestruces tonteando entre ellos. Esta es la hembra que corría delante del macho jugueteando. Impresiona ver la potencia de las patas y la velocidad a la que corrían. Pueden alcanzar hasta 70km/hora.
Las avestruces pueden vivir 30 ó 40 años. Sus alas son pequeñas y no pueden volar, pero les sirven para impulsarse en la carrera, equilibrarse e incluso agitarlas para asustar a los depredadores. Tiene solo dos dedos en sus potentes patas. El de la foto es un macho.
Y así con su elegante correr, se alejaron de nosotros perdiéndose en la distancia de la sabana.
La Cebra de la Sabana, nunca verás dos iguales. Este grupo es reducido pero se están juntando todas cerca del río Mara, junto con los ñus que hemos visto miles. Hay mucho movimiento… nadie puede decir cuándo o en qué momento es la gran migración, si tienes suerte… y nosotros… la tuvimos.
Y eso es lo que viene siendo un paso de cebra… es el típico chiste de por aquí.
Ahora los hipopótamos ya están en los ríos, socializando.
Bien juntitos y bien pegaditos. No saben nadar, respirar bajo el agua ni flotar, pero han desarrollado una técnica que les permite dormir la siesta bajo el agua.
Mira en la foto los pequeños hipopótamos, qué pequeños son, ahí bien despatarrados sobre la tierra. Viéndolos así es difícil de creer que puedan alcanzar velocidades de hasta 35 kilómetros por hora en tierra en distancias cortas.
Y de nuevo nos encontramos con un Guepardo, hembra que sabemos que son las que van solas o con su camada. Está cansada, acaba de cazar y quizás de comer o ha escondido la caza. Lo normal es que haya escondido la caza en un lugar sombreado para que no se la quiten los carroñeros.
Yo creo que el tener los coches tan cerca debe estresar a los animales y si encima no saben comportarse y hablan, ríen, tocan el claxon para que se muevan… son conductas deleznables que los mismos guías no deberían permitir. Nosotros nos portamos muy bien, que quede claro, en silencio y tratando de no interferir con ruidos.
Tiene toda la nariz y los bigotes manchados de sangre. Es impresionante.
De pronto para el coche de delante, eso significa que hay algo… y descubrimos una leona vigilando y mirando hacia una dirección. ¿Qué habrá? Un coche acaba de quedar atrancado en las numerosas zanjas llenas de barro y ha quedado inclinado. Otro coche que le acompaña, va a tirar de él con una cuerda y para eso… tienen que salir todos de dentro. 🤦🏻♀️
Pues sí, ya sabemos donde mira la leona. Es norma de todas las Reservas de animales, no bajar de los coches pero en estas circunstancias. Bueno, el caso es que no pasó nada, la sangre no llegó al río… pusieron el coche de pie, se subieron y la leona no se movió de su escondite.
El Cálao Terrestre Sureño es un ave de un metro de longitud. Este es un macho. El macho tiene una coloración roja continua en la cara y el cuello, mientras que la hembra tiene una coloración azul en la garganta. Ambos poseen una gran visión y tienen pestañas largas para ayudar a mantener la suciedad y la luz solar fuera de sus ojos.
El Facóquero, también se le llama el cerdo verrugoso, pues tiene un par de verrugas en la cara. Tiene colmillos arriba y abajo. Es huesped de la mosca tsé-tsé, responsable de transmitir al hombre la enfermedad del sueño.
Cuando come, se arrodilla sobre las patas delanteras para llegar mejor al pasto y también escarba con el hocico el suelo, en busca de raíces, tubérculos y bayas.
Cuando intuyen peligro, el facóquero corre con la cola hacia arriba. Si amplías las foto verás que los tres llevan la cola arriba.
Este es otro de los magníficos paisajes que te puedes encontrar en la sabana africana y que me tienen enamorada.
Bueno, este paisaje también me tiene enamorada, me parece grandioso.
El masái William nos ha traído hasta este río donde está el cocodrilo más grande que he visto en mi vida. Aunque solo corren unos 15 km/hora no me voy a acercar a medirlo.
Son animales antediluvianos que convivieron con los dinosaurios, con esa piel dura llena de escamas. Tienen los orificios nasales en la parte superior de la cabeza, para poder respirar mejor a medio sumergir. Dan escalofríos, y no olvides que… le arrancaron la mano al Capitán Garfio.
Aquí tenemos otro hipopótamo feliz correteando dentro del río. Son como niños.
Y en la pared del río hemos visto Mangosta Rayada, un mamífero carnívoro y esos agujeros que hay en la tierra son sus madrigueras, también utilizan termiteros abandonados. Le gusta estar cerca del agua.
Viven en grupo de hasta 40 indivíduos. En Kenia, las mangostas han hecho una especie de relación con los babuinos, quizás se dan seguridad unos a otros. También se les ha visto desparasitando jabalíes.
Esta foto me hizo gracia, todos mirando al mismo lado. Hemos comido también de picnic en medio de la sabana bajo un árbol, así no perdemos tiempo de safari, porque las entradas a las Reservas son caras y solo puedes estar hasta las 18:30h. con lo cual, desayunando y comiendo de picnic, se aprovechan más horas de buscar animales.
Hemos encontrado a otro de los 5 grandes, el León. El león se pasa 20 horas descansando, slow life que le dicen. Se acicalan, tienen sexo cada diez minutos, hacen vida familiar… pero cuando se mueven, tienen un cuerpo preparadísimo para hacerlo.
El cuerpo del león tiene un gran porcentaje de músculo estriado, fibras musculares de contracción rápida y una melena que impone. Suelen cazar al atardecer o por la noche. Las hembras cazan más y mejor porque son más pequeñas y veloces, no tienen melena que es más incómodo para correr. Nunca pensé que estaría tan cerca de un león en un coche sin ventanas. 🤦🏻♀️
Cuando las leonas cazan presas grandes, las llevan a su territorio y primero comen los machos y los cachorros y luego ellas. Durante el período de apareamiento, una pareja puede copular entre veinte y cuarenta veces al día durante unos cuantos días.
Este «rey de la sabana» está bostezando mucho, creo que empieza a pedir la cena. Son las cinco de la tarde y ya toca.
La leona ya está agachada en posición de caza, oteando, preparando la carrera… porque numerosas cebras se están concentrando para cruzar el río Mara. La leona solo tiene que elegir al más débil o al más despistado. Es la Gran Migración, cuando cebras y ñus cruzan al Serengueti en Tanzania para encontrar pastos más frescos.
Aún quedan muchas aventuras antes de terminar el día.