Puente de las Manos de Danang
Decidimos contratar la excursión de un día para ver el Puente de las Manos inaugurado en 2.018. El puente es realmente bonito y desde él las vistas son espectaculares llegando a ver en días claros hasta la ciudad de Hoi An y el mar.
Está situado a unos 55 Km de Hoi An y a 20 Km de Da Nang en Ba Na Hills, a unos de 1.400 m de altitud. El lugar lo eligieron los franceses como zona de veraneo porque las temperaturas son mucho más agradables que en el resto del país. Sin embargo los efectos de la guerra arrasaron el lugar que quedó prácticamente abandonado hasta el 2.007, año en el que comenzó la construcción del actual parque temático Sun World Ba Na Hills.
Para llegar allí hay que tomar un larguísimo teleférico hasta la primera estación que nos deja justo al lado del puente y donde se dirige una multitud de gente que hace casi imposible poder sacar una foto en condiciones. Al otro lado del puente está el «Paradise Garden» un jardín muy bonito con esculturas gigantes y más adelante el «Jardín del Amor» que también tiene esculturas.
Justo al lado hay un templo y el enorme Buda blanco de casi 30 metros de altura.
Tomando un segundo teleférico, más corto que el primero, llegamos hasta la «French Village» una reconstrucción de la Francia de la Edad Media. Está también el «Fantasy Park», con muchas atracciones y entretenimientos.
Vale la pena visitar el Puente de las Manos
Como siempre, depende. A nosotros únicamente nos interesaba ver este hito arquitectónico y disfrutar del paisaje y de las vistas que realmente son maravillosas. Todo el resto de atracciones de cartón piedra no nos gustó nada. Lástima que no tengan disponible una entrada solo para ver el puente y bajar, pues la entrada es única para la subida en teleférico y el parque de atracciones.
Sin embargo, quien quiera divertirse, o especialmente quien viaje con niños, encontrará aquí el lugar ideal para pasarlo bien, tirarse por la enorme montaña rusa, experimentar la caída libre, comer en alguno de los restaurantes y si se quiere seguir disfrutando del fresquito del lugar, pasar alguna noche en alguno de los hoteles que hay aquí.