Valladolid • España
Iglesia Santa María de la Antigua**
C/ del Arzobispo Gandasegui • Es un símbolo muy querido de la ciudad. Con orígenes en el siglo XI. La torre y el pórtico, de estilo románico, son del siglo XIII. Este es el campanario románico más alto de España.
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Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias
C/ de las Angustias, 10 • En solo 7 años, de 1.594 a 1.604, se construyó esta iglesia penitencial siguiendo el estilo clasicista vallisoletano. La portada es un arco de triunfo con un arco de medio punto que muestra una Piedad en el tímpano. En la parte más alta, el frontón aloja el escudo heráldico de la familia que financió las obras, que fueron D. Martín Sanchez De Aranzamendi y Dª Luisa De Rivera, su mujer.
Teatro Calderón
C/ de las Angustias, 1 • La inauguración del teatro tuvo lugar en 1.864. Para su construcción demolieron el palacio del Almirante de Castilla cuyo último propietario, D. Diego Morales lo vendió a la sociedad Pérez Calderón y Compañía.
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Plaza de la Universidad**
La Plaza de la Universidad me gustó mucho, puedes ver las ruinas de la Colegiata de Santa María la Mayor, la estatua de Miguel de Cervantes, la fachada de la Universidad, la puerta lateral de la catedral, un monumento conmemorativo con una gran pluma de escritor que marca el camino de la Lengua Castellana… Valladolid, Ávila, Salamanca, Santo Domingo de Silos, San Millán de la Cogolla y Alcalá de Henares.
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción**
C/ Arribas, 1 • Esta catedral «inconclusa» te sorprenderá porque es muy diferente, sobria, imponente, un proyecto demasiado ambicioso para llegar a buen término. Solo llegaron al crucero y se acabaron los fondos, pretendía ser la más grande de Europa.
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Palacio de Santa Cruz y Museo de Arte Africano
Plaza Colegio de Sta. Cruz, 1 • Este formidable edificio es el primero construido en estilo renacentista en España y fuera de Italia. Su impulsor fue el poderoso Cardenal Mendoza, gran estudioso de los clásicos, a quien llamaban el tercer rey.
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Pasaje Gutiérrez
Pasaje Gutierrez, 6 • Es uno de los pocos pasajes comerciales que se construyeron en España en el siglo XIX. Se inauguró en 1.886 y su nombre le viene del comerciante que impulsó el proyecto, Eusebio Gutiérrez. Está muy cerca de la catedral, un poco escondido.
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Iglesia del Santísimo Salvador
Aunque los orígenes de esta iglesia son del siglo XII, del primitivo edificio no queda nada. La construcción actual, desde sus cimientos, es del siglo XV. Tiene una hermosa fachada renacentista del siglo XVI, pero no pudimos admirarla porque estaba toda cubierta de andamios.
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Plaza de la Fuente Dorada
Esta plaza ya existía como espacio abierto al igual que la plaza del mercado, en el siglo XIII. Es curioso saber que en el siglo XVII Cervantes nombra este lugar en su novela «La ilustre fregona» y lo hace con el nombre Plaza de la Fuente Dorada. La fuente actual es de 1.997. Las esculturas representan a los antiguos oficios y gremios: lavanderas, alfareros, aguadoras… También están representadas las cuatro estaciones.
Plaza Mayor
La Plaza Mayor es una de las maravillas de Valladolid. Nosotros esos días la vivimos con sol, con lluvia y con frío, pero en todas las ocasiones la disfrutamos un montón.
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Plaza de España
El Campillo de San Andrés era apenas una explanada vacía situado fuera de las murallas. El crecimiento de la ciudad a partir del siglo XVI respetó este espacio y así se fue creando la plaza. Desde muy antiguo este fue un espacio para el mercado de frutas, verduras y hortalizas. En los años 30 recibió su nombre actual de Plaza de España. El mural cerámico colocado en 1.996 muestra escenas del antiguo mercado y hoy, bajo una protectora cubierta de hierro, todos los días laborables sigue teniendo lugar el mercado de frutas, verduras y flores. Dicen que los domingos los niños acuden con sus padres a intercambiar cromos, aunque nosotros no lo vimos, seguramente porque no fuimos en domingo.
Museo Casa de Cervantes
En esta casa de la C/ del Rastro nº 9 está documentalmente probado que vivió Miguel de Cervantes entre 1.604 y 1.606. Aquí escribió parte de sus obras, comenzó la segunda parte del Quijote y algunas Novelas Ejemplares, «El casamiento engañoso», «El Licenciado Vidriera», «La ilustre fregona» y «el coloquio de los perros».
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Plaza de Zorrilla
Plaza de Zorrilla • Entre la Academia de Caballería y el Parque del Campo Grande se alza este espacio maravilloso de la ciudad. Ya a finales del siglo XIII existía aquí una puerta llamada la Puerta del Campo y todavía hoy se conoce por ese nombre a la entrada al Campo Grande.
Como lugar de reunión, aquí se han celebrado todo tipo de eventos: juegos, torneos, desafíos, celebraciones, desfiles. Aquí tenían lugar las ejecuciones de los reos condenados por la Inquisición y por los tribunales civiles. Hoy en día los actos son menos truculentos y un poco más amables, como ferias de artesanía, del libro, o el tradicional Desfile de banderas de Pingüinos de los aficionados a las motos.
El año 1.899 se colocó aquí el homenaje de la ciudad a Zorrilla, una estatua del autor con sus musas. Desde la Plaza Zorrilla empieza el Paseo de la Acera de Recoletos que termina en la Plaza de Colón.
Calle Acera de Recoletos
Este maravilloso paseo va a lo largo de un lateral del Campo Grande, desde la Plaza Zorrilla hasta la de Colón. En este espacio se realizan muchas actividades y eventos culturales como diferentes ferias (libro, artesanía, teatro, arte en la calle…) y siempre tiene mucha animación.
Diferentes edificios emblemáticos dan carácter a esta calle. Al principio encontramos la Casa Mantilla, de 1.891, característica por su fachada con motivos vegetales y estatuas.
La Casa Resines ocupa los números 8 y 9. Es obra del mismo arquitecto que la Casa Mantilla, Julio Saracíbar. El número 11 es la llamada Casa del Príncipe porque aquí residió el infante Alfonso de Borbón, sobrino del rey Alfonso XIII. En el número 12 una placa en la fachada nos recuerda que aquí nació el escritor Miguel Delibes
Necrópolis judía en la calle Acera de Recoletos • Dejando esta acera y acercándonos al otro lado hacia el Campo Grande, hacia el centro del paseo, veremos en el suelo algunas placas metálicas rectangulares con inscripciones en hebreo. Nos recuerdan que antiguamente este era el lugar de enterramiento de la comunidad judía. Se calcula que podría haber un millar de tumbas y fue descubierto el año 2.002.
Plaza de Colón
Al final de la calle Acera de Recoletos llegamos a esta plaza donde se levanta el monumento a Colón, que murió en Valladolid en 1.506. La estatua, en principio destinada a La Habana en Cuba, finalmente se colocó aquí el año 1.905. La realizó el escultor de Sevilla, Antonio Susillo.
Las esculturas que hay sobre la base son alegorías que representan la Historia, la Náutica, el Valor y el Estudio. La bola del mundo está envuelta con una cinta que luce la inscripción «Non Plus Ultra» y un león que la está rompiendo. Significa que Colón con su viaje destruyó la creencia de entonces de que «No hay nada más allá» del océano conocido.
Iglesia de San Juan de Letrán y Convento de Agustinos Filipinos
Con su fachada, considerada la apoteosis del barroco en Valladolid, esta construcción estuvo salpicada por la polémica con sus defensores acérrimos y sus detractores más encarnizados. Su autor es desconocido y su obra nos recuerda a las fachadas con curvas del arquitecto italiano Borromini.
En este monasterio se formaban los misioneros que irían destinados a las Filipinas desde su fundación el año 1.743, aunque la obra no se dio por finalizada hasta el año 1.930.
Aquí se encuentra desde 1.980 el Museo de Arte Oriental con todos los objetos de China y Filipinas que a lo largo de los siglos fueron recogiendo los monjes: broces, estatuas, armas, cerámica armaduras, muebles…
Parque Campo Grande
Campo de la Verdad, Campo de Marte y Campo de la Feria son los nombres que ha tenido este lugar a lo largo de los años. Aquí han tenido lugar duelos, torneos y ejecuciones. En el siglo XVI era la entrada principal a la ciudad y básicamente era una explanada. Carlos III, que mandó plantar 1.800 olmos en 1.787 y después el alcalde Miguel Íscar en 1.877 serán los artífices de la transformación de la explanada en un parque romántico al estilo de los de París.
Lo de no dar de comer a los animales está muy bien señalizado, pero hay tanta gente que lo hace que los animales prácticamente se han convertido en domésticos. Patos y cisnes se acercan a que les des de comer y las desvergonzadas ardillas se te cuelgan una y otra vez del pantalón, aunque las eches, para intentar comer de tu mano. Vimos a gente que lo hacía. En fin, una pena. De todas formas, a pesar del día de lluvia que tuvimos, el paseo en este inmenso y bello parque resultó muy agradable. Los pavos reales siempre dan ese realce majestuoso al lugar y hay tantos y tan cercanos que la cámara parece que se dispara sola.
Hay también tres pajareras en las que viven faisanes, palomas mensajeras, gallinas enanas y muchas otras aves.