La Abadía del Sacromonte, del siglo XVII, es muy importante para Granada y contiene muchas pinturas, manuscritos, libros…
Como siempre, subimos en bus pero bajamos caminando para poder impregnarnos un poco del Sacromonte.
El origen de esta importante abadía se remonta a 1594. Se encontraron entonces unos hornos de época romana y en ellos, (según cuentan), los restos del mártir San Cecilio. San Cecilio fue el primer obispo de la ciudad, entonces conocida como Iliberis. El descubrimiento de tan importantes reliquias, como no podía ser de otra forma, llevaron ineludiblemente a la construcción de tan importante abadía.
«En el año 1.595 se hallaron, en el monte Valparaíso (actualmente el Sacromonte, Granada), las reliquias de los discípulos del Apóstol Santiago, así como unas placas de plomo escritas en árabe, que relataban el martirio de San Cecilio, San Tesifón y San Hiscio, conocidas como los libros plúmbeos, además de un horno y unas cenizas. La repercusión que tuvo este hallazgo fue enorme. El extraordinario fermento que siguió culminó con la elevación de numerosas cruces, sobre unas 1.200 levantadas por los gremios y artesanos, de las cuales hoy quedan solo cuatro. Muchas de estas cruces fueron donadas a los franciscanos que, en el año 1.633, realizaron en el camino que unía la ciudad al Sacromonte, un vía crucis que terminaba en una pequeña capilla dedicada al Santo Sepulcro. El lugar se convirtió en lugar de peregrinación».
Todo el conjunto de la Abadía del Sacromonte se compone de las Santas Cuevas, la Abadía, el Colegio Viejo de San Dioniosio, el Colegio Nuevo. También tenemos el museo, que está situado en la zona que antiguamente estaba dedicada a la clausura.
En el monte puedes apreciar las cuevas en la montaña, tal como primitivamente se hicieron las casas. Lástima que estábamos en enero, hacía mucho frío, llovía, amenazaba rayos… y bueno, ya volveremos en mejores condiciones.