Las cuevas del Sacromonte tienen también su leyenda. Y… cuenta la leyenda… que cuando los Reyes Católicos conquistaron Granada, las grandes familias árabes huyeron a tierras africanas, pero temiendo que les robaran las pertenencias y riquezas, las enterraron debajo de los olivos en el valle Valparaíso (Sacromonte).
No teniendo con qué mantener a sus esclavos negros, les dieron la libertad y éstos sabiendo lo de las riquezas enterradas empezaron a excavar en dicho valle. Las cuevas que formaron también les sirvieron de casa, por eso a este barranco se le conoce como El Barranco de los Negros.
Así, dicen, se formaron las cuevas del Sacromonte, luego también llegaron los gitanos y otras gentes que querían sentirse libres y no estar sometidos al orden administrativo y eclesiástico de la ciudad de Granada.
Este dicen que fue el origen de este barrio tan singular y tan característico de Granada, el Sacromonte, que junto a otras cinco barriadas conforma uno de los ocho distritos de la ciudad, el del Albaicín.
Usos de las cuevas del Sacromonte
Algunas de estas cuevas han sido adquiridas por el Ayuntamiento y han sido convertidas en museos, como el Museo Etnológico de la Mujer Gitana o el Museo Cuevas del Sacromonte. Otras se dedican a ofrecer los singulares espectáculos de la zambra flamenca, algunas se han convertido en restaurantes y muchas siguen siendo viviendas particulares.
Merece la pena subir hasta allí y bajar caminando para poder disfrutar del monte, los paisajes y las vistas de la Alhambra siempre presente. Hay que tener en cuenta que el Sacromonte y sus cuevas se extiende a lo largo de una orilla del río Darro, por el valle de Valparaíso y justo enfrente, al otro lado del río se alza la imponente y monumental Alhambra. El enclave de este barrio no puede ser mejor.