Salamanca en la literatura • Un día en Salamanca • Lugares en Salamanca • España
Salamanca es pródiga en libros y escritores que han hablado o se ha inspirado en ella, desde el pícaro Lazarillo de Tormes, el Licenciado Vidriera de Cervantes, la leyenda de la Cueva de Salamanca un entremés escrito también por Miguel de Cervantes 1615, y por Quevedo, Rojas Zorrilla, Ruiz de Alarcón, Calderón de la Barca, Alonso de Ercilla , Walter Scott, Torres Villarroel, Benito Jerónimo Feijoo, Botello de Moraes o Ricardo de Rojas.
La Celestina de Fernando de Rojas, el Cuarto de Atrás de Carmen Martín Gaitte, Miguel de Unamuno y Niebla…
Garcilaso de la Vega pasó por aquí…
En la ribera verde y deleitosa
del sacro Tormes, dulce y claro río,
hay una vega grande y espaciosa,
verde en el medio del invierno frío,
en el otoñ o verde y primavera,
verde en la fuerza del ardiente estío.
Levántase al fin della una ladera
con proporción graciosa en el altura,
que sojuzga la vega y la ribera.
Allí está sobrepuesta la espesura
de las hermosas torres, levantadas
al cielo con extraña hermosura.
Allí se halla lo que se desea:
• virtud, linaje, haber y todo cuanto
bien de natura o de fortuna sea.
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La Capilla del Cristo de las Batallas tiene una imagen románica del Cristo de las Batallas, de la primera mitad del siglo XII, los brazos se le plegaban para llevarlo más cómodamente. Según la tradición la imagen la llevaba el Obispo Jerónimo cuando acompañaba al Cid en sus batallas contra los musulmanes.
El Cid quizás nunca pasó por Salamanca, pero allí ha quedado un documento donde aparece su firma y su letra. El Obispo Ieronimus está enterrado en la Catedral y acompañaba al Cid en sus batallas, él y el Cristo de las batallas que también se encuentra en la catedral Nueva