Sant Lluis es una población que fue fundada por los franceses en el siglo XVIII agrupando a la población alrededor de una iglesia dedicada al rey de Francia Luis XV. Los franceses dominaron la isla durante un breve período, de 1756 a 1763, año en que volvió a ser gobernada por los ingleses. En 1802 volvería finalmente a ser territorio español.

De calles rectilíneas, según el estilo neoclásico de la época, destaca el antiguo molino de viento reconvertido actualmente en un interesante museo etnológico. Incluso su antigua maquinaria ha sido reconstruida con piezas originales.

El aparcamiento en las calles del pueblo de Sant Lluis señalizadas como zona azul está limitado a una hora, pero no era de pago. Un amable vecino nos informó que solamente teníamos que dejar en el salpicadero del coche una nota escrita a mano con la hora de llegada. Imagino que a fecha de hoy esta curiosa forma de controlar los aparcamientos ya habrá cambiado, a peor, pero a nosotros nos resultó muy curiosa y un tanto entrañable.

Celebra sus fiestas patronales el último fin de semana del mes de agosto.