Sigüenza • Guadalajara • España
Sigüenza, la Ciudad del Doncel, es una ciudad pequeña, no llega a cinco mil habitantes, pero está llena de sorpresas, monumentos y rincones llenos de encanto. Nos gustó mucho volver a Sigüenza porque allí estudié de pequeño y también hice la carrera de Magisterio. Reviví muchos recuerdos y descubrí una ciudad muy viva y dinámica.
Qué ver en Sigüenza
Catedral de Santa María
El obispo de origen francés, Bernardo de Agén era mitad monje y mitad guerrero, pues pertenecía a la orden de Cluny. Conquistará la ciudad de Sigüenza el año 1.124 durante el reinado de Doña Urraca y será el iniciador de las obras de la catedral que se prolongarían durante varios siglos. Con sus torres almenadas, toda ella muestra un aspecto de fortaleza castillo, pues su origen exigía que tuviera funciones defensivas y de templo. Por este motivo se la conoce como la «fortis seguntina«.
Durante la guerra civil, la catedral sufrió derrumbes parciales de bóvedas, muros y torres. Se puede apreciar las partes nuevas por el color más claro de la piedra utilizada en la reconstrucción.
En el interior se conservan auténticas joyas históricas y artísticas. Entre las más significativas se encuentran la capilla del doncel con su famosa estatua y la Sacristía de las Cabezas.
Para visitar y conocer a fondo este monumento, se pueden consultar aquí los horarios y precios de las visitas.
Museo Diocesano
Este museo se encuentra frente a la catedral, en un edificio neoclásico del siglo XVI, conocido como la Antigua Casa de los Barrena. El año 1.968 el obispo Laureano Castán Lacoma inaugura oficialmente la exposición de magníficas obras de arte sacro que van desde el siglo XII al XX. Las piezas se venían recogiendo desde los años 40 de muchos rincones, iglesias, ermitas y aldeas donde su protección hubiera sido muy complicada.
La colección no solo consta de pinturas, esculturas, retablos, retablos, sino también textiles, orfebrería y documentos antiguos. Entre los autores destacan Zurbarán, Morales, el Maestro de Pozancos, Pedro de Andrade o Francisco Madrazo. Hay incluso una pintura, «El Santo Entierro» atribuida a la escuela de Tiziano.
En la primera sala hay también una interesante colección de piezas que van desde el Paleolítico hasta la etapa visigótica pasando por la etapa celtibérica y la romana. También se muestran objetos y utensilios de la América precolombina.
El castillo parador
La fortaleza original del siglo XII fue residencia casi permanente de los obispos hasta mediados del siglo XIX. Durante las Guerras Carlistas la fortaleza sufrió graves destrozos que se acentuarían en la guerra civil. El año 1.970 deciden su restauración y lo convierten en un magnifico Parador Nacional tratando, con bastante acierto, de devolverle su aspecto de residencia palaciega medieval.
Se pueden visitar libremente sus exteriores y el patio de armas. Si contratas la visita guiada a Sigüenza en la Oficina de Turismo, también muestran la espléndida capilla románica del siglo XIII que esconde el castillo. Los huéspedes pueden visitar las estancias donde estuvo prisionera Doña Blanca de Borbón por decisión de su marido Pedro I el Cruel.
Plaza Mayor
La plaza Mayor de Sigüenza tiene su origen en el siglo XV cuando el Cardenal Mendoza decidió derribar un trozo de la muralla y así creó un espacio para celebrar espectáculos y el mercado semanal.
Con la construcción de la galería porticada y una serie de casas nobles al otro lado, quedó una plaza rectangular de las más bellas de España. Tanto es así que los seguntinos cuentan que unos americanos quisieron comprarla, desmontarla piedra a piedra y llevársela a los EEUU.
Murallas y puertas de la ciudad
Según nos explicaron durante la interesante visita guiada que contratamos en la oficina de turismo, las murallas partieron desde el castillo y en forma de abanico se fueron extendiendo hacia la catedral.
Hay que señalar que hasta el siglo XIV existieron dos recintos fortificados, la catedral y el castillo. En realidad eran dos núcleos de población diferentes, la ciudad alta, civil y la ciudad baja donde vivían los religiosos y el obispo. A finales del siglo XIII los obispos se trasladaron a vivir al castillo. A principios del siglo XIV, el obispo Cisneros levantará una nueva cerca en el recinto catedralicio uniendo los dos núcleos.
Pudimos ver parte de las antiguas murallas que la ciudad conserva todavía y algunas de las cinco puertas de acceso.
- Portal Mayor
- El Portal Mayor se construyó cuando se amplió el recinto amurallado en el siglo XIV. En la parte interior, sobre el arco de medio punto hay una hornacina con una Virgen de la Victoria. Esta salida comunicaba con la zona del Arrabal, fuera de la muralla, en la que vivía la morería en casas humildes y sencillas de labradores.
- Puerta del Hierro
- Esta era la puerta principal de entrada a la ciudad medieval y aquí tenían que pagar los impuestos quienes acudían al mercado semanal a vender sus productos. Esta entrada está en el primer recinto amurallado del siglo XII. En el espacio que va desde aquí hasta el siguiente lienzo de muralla levantado en el siglo XV, donde se encuentra el Portal Mayor, se sitúa la judería. Aquí vivían artesanos y comerciantes. En la actual calle de la sinagoga existió la sinagoga judía.
- Arquillo de san Juan
- El Arquillo de San Juan es el final de la calle de la Travesaña Baja. Este portal se abrió en el siglo XIV en la muralla del siglo XII para permitir la comunicación entre la judería y la morería.
- El Cubo del Peso
- El Cubo del Peso es un torreón de vigilancia situado en una esquina de la muralla urbana de la villa, concretamente en la calle Valencia.
- Puerta del Sol
- La Puerta del Sol recibe su nombre porque recibe los primeros rayos del amanecer. Pertenece al segundo recinto amurallado del siglo XIV. Desde la calle Mayor salimos por esta puerta al llamado Paseo de Ronda que permite un agradable recorrido por fuera de la muralla. Este acceso era la salida de la ciudad alta hacia el oeste.
- Puerta del Toril
- La puerta del Toril se encuentra en la misma plaza Mayor y su nombre viene por los festejos taurinos ya que por aquí entraban las reses. Sobre ella hay una galería que se construyó para que los canónigos pudieran ver cómodamente las fiestas de toros. Es uno de las entradas que se salvó de la destrucción de la muralla para hacer la Plaza Mayor, precisamente por esa función que tenía en los espectáculos taurinos.
Iglesias románicas:
- San Vicente. La iglesia románica de San Vicente se encuentra en la calle Travesaña Alta. Es del siglo XII y tiene una bella portada románica que, curiosamente está descentrada respecto al arco superior. Este arco se colocó posteriormente, seguramente en los siglos XVI y XVII, totalmente descentrado de la portada inferior y allí colocaron la imagen de la Virgen, que tampoco está en el centro. Dicen que se hizo para que quedara justo frente a la calle San Vicente. De esta forma quedaba visible desde lejos, como protegiendo toda la calle, aunque los expertos lo explican por cambios en los diseños constructivos a mitad de ejecución.
- San Pablo. La de San Pablo es la otra joya del románico en Sigüenza. Situada en la calle Mayor, con el tiempo dejó de ser parroquia para albergar un convento de monjas clarisas. Sufrió importantes desperfectos durante la guerra civil. El interior de la iglesia está siendo rehabilitado poco a poco. Actualmente se utiliza como sala de usos culturales
Casa del Doncel
A mitad de la calle Travesaña Alta se abre una pequeña plaza en la calle Arcedianos donde encontramos esta vivienda del siglo XIII, aunque remodelada en los siglos XV y XVI. Aquí vivió Martín Vázquez de Arce, más conocido como el Doncel de Sigüenza por la magnífica estatua que se encuentra en la catedral.
Encima del arco de medio punto de la entrada se observan dos escudos familiares, el de los Arce y el de los Sosa. En el segundo piso el escudo representado es la fusión de ambos por la unión de las familias.
Durante la restauración llevada a cabo por la Universidad de Alcalá de Henares se puso en valor el magnífico arco mudéjar de yesería del siglo XIV con inscripciones árabes encontrado en el salón principal.
La Casa del Doncel acoge un museo con tres interesantes exposiciones, una de pintura del autor Fermín Santos Alcalde, otra dedicada a la vihuela y la guitarra y una última sobre la fabricación de alfombras en Sigüenza.
Plazuela de la Cárcel
Continuando por la misma Travesaña Alta llegamos a la plazuela de la Cárcel, auténtico centro de la Sigüenza medieval. Aquí se encontraba inicialmente el ayuntamiento de Sigüenza reconocible por los escudos heráldicos de su fachada. A mediados del siglo XVI también se unieron al conjunto la torre del archivo y un edificio con soportales que sirvió como cárcel de la ciudad.
Palacio de los Infantes
El Palacio de los Infantes en un edificio muy querido para mí pues allí pasé parte de mi infancia iniciando mis estudios. Se trata de un grandioso edificio del siglo XVIII con una fachada barroca y un elegante patio interior. Desde sus magníficas galerías porticadas se tienen unas inmejorables vistas de la parte posterior de la catedral.
Se proyectó para alojar y formar a los niños cantores de la catedral. De hecho en la portada hay bajorrelieves esculpidos en las metopas con motivos musicales.
Desde los años 1.960 lo ha venido utilizando la Orden de los Josefinos de Murialdo.
Alameda
La Alameda de Sigüenza pertenece ya a la zona de estilo neoclásico de la ciudad. Tiene ya más de dos siglos de historia pues fue inaugurada en 1.804. Actualmente está protegido como Bien de Interés Cultural, por lo que todas las reformas y arreglos deben respetar su historia y su estilo.
Pasear y descansar en este hermoso lugar es un auténtico placer del que disfrutan tanto los seguntinos como los visitantes.
Ruta por Sigüenza
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Romance de Don Martín Vázquez de Arce
-¿Dónde vas, el caballero?
¿Dónde vas, triste de ti?
-Voy en busca de Sigüenza
de donde hace años partí.
Esquirlas de hierro saltan,
gotas de sangre, al salir,
mientras va iniciando el viaje
de regreso a su país.
-De la Guerra de Granada,
por donde pasa el Genil,
allí fue donde la espada
noté se clavaba en mí.
Habíamos conquistado
ya Loja, Íllora y Moclín,
cuando llegó la emboscada
que el agua echó contra mí.
Se embarraron los campos
no podían ya seguir
los caballos cabalgando,
pues se desbordó el Genil.
Abrieron la Acequia Gorda…
No pudiéramos salir
galopando hacia Granada,
donde queríamos ir.
Volaron después ballestas,
saetas vimos venir,
armaduras nos sirvieron
para poderlas sufrir.
Vinieron detrás alfanjes
nuestros cuerpos a herir.
Tengo sangrante costado
de la herida que sentí.
Esquirlas las va soñando
de marfileño perfil,
donde alabastro replique
su cuerpo, rostro y nariz.
-¿Dónde vas, el caballero?
¿Dónde vas, triste de ti?
-Voy en busca de Sigüenza
de donde hace años partí.
Caballero de Santiago,
ahora me quiero dormir,
leyendo un libro de horas
que había empezado a abrir.
Las piernas quiero me crucen,
que en Cruzada me morí,
guerreando con los moros,
orillas río Genil.
En Sigüenza, una capilla
quiero que hagan para mí.
Y un bonete ya sin casco:
¡no me tiene que cubrir!
Escultura de alabastro.
Recostado mi existir.
Descansando mi armadura.
Mis ojos aun sin partir.
Que no llore todavía,
nunca nadie aquí por mí,
sino un pajecillo niño
que me viniese a plañir.
Esquirlas doy de mi cuerpo
que ya es casi cicatriz,
cuando termine mi viaje
esquirlas graben en mí.
Que se cuente esta mi historia
a quien pregunté por mí…
Que llamen a Sebastián,
Sebastián de Almonacid…
Que le digan que ya llega,
que ya viene don Martín.
Que con alabastro blanco
él me tiene que esculpir
en una capilla gótica.
Misterio vendrá a pulir.
Y cavilen quienes vean
meditando a don Martín.
-¿Dónde vas, el caballero?
¿Dónde vas, triste de ti?
-Voy en busca de Sigüenza
donde doncel yo viví,
pues donde nace el Henares
yo me tengo que morir.
-Allí donde nace Henares
tu memoria ha de vivir.
Juan Pablo Mañueco, del Libro «Cantil de Cantos XV. Romancero castellano y otros poemas»
Premio Cervantes-Cela-Buero Vallejo 2016.
Junta Comunidades Castilla-La Mancha