El templo funerario de Hatshepsut, en El Deir El Bahari, frente a la ciudad de Luxor, debe su construcción a la reina Hatshepsut, la hija de Tutmosis I.
Hatshepsut es una figura excepcional en la historia de Egipto. Fue la primera mujer que adoptó el título de faraón cuando murió su esposo y hermanastro Tutmosis II y, a pesar de la gran oposición que ello le acarreó, consiguió reinar durante 20 años, desde 1.490 al 1.469 a. C.
Después de su muerte sufrió lo que los romanos llamaron la damnatio memoriae, o sea el intento de borrar todas las huellas de su historia, desde la eliminación de su nombre de las listas de faraones, hasta la destrucción de sus estatuas. Esto lo hicieron poco a poco sus sucesores hasta los faraones de las dos dinastías siguientes, la XIX con Ramsés II y la XX. No sería hasta los siglos XIX y XX cuando las investigaciones de egiptólogos como Champollion o Carter resucitarían su historia y su legado.
Una estupenda novela para conocer mucho más sobre esta reina, sus colaboradores más cercanos y la vida cotidiana es «La dama del Nilo» de Pauline Gedge y editada por Salamandra, Barcelona, 2006.
El templo funerario de Hatshepsut es sencillamente espectacular con sus tres inmensas terrazas y las rampas que conducen hasta la misma montaña donde está excavado el templo. Aquí en el interior aparecen diferentes escenas como el nacimiento de la reina, ofrendas a las dioses o la famosa expedición al país de Punt.