La Torre de las Damas fue ocupada por magnates que vivían en torno al Palacio Real en la época árabe. A finales del s. XVIII tomó su nombre actual. También se llamó Partal (pórtico), por los cinco arcos que posee y que se reflejan en el maravilloso estanque que hay delante del edificio. Está en los Jardines del Partal.
A uno de sus lados se conserva un pequeño oratorio, conocido como la mezquita de El Partal.