Valle de la Vera • Cáceres • España
Paseando por el Valle de la Vera… se encuentra al noreste de Extremadura. Tiene una longitud de unos 65 Km y va desde Candeleda, en el límite con Ávila, hasta Plasencia.
Decidimos alojarnos en el Parador Nacional de Jarandilla de la Vera, todo un acierto, y visitar desde allí la zona con tranquilidad en unos días del mes de marzo.
Después de haber visitado el valle del Jerte durante la floración del cerezo, pensábamos que La Vera no sería un viaje tan bonito como aquel, sin embargo, nos llevamos una enorme y agradable sorpresa.
Todo es precioso, parece un auténtico regalo de la naturaleza. Por un lado hay mucha abundancia de agua porque cientos de gargantas y cañones alimentan el río Tiétar que corre por el sur del valle. Por otro lado, la disposición de las montañas de la Sierra de Gredos le dan a la zona un microclima especial. Los inviernos son suaves y los veranos también. Todo ello, unido a una tierra muy fértil, permite que la vegetación explote y se desarrollen cultivos propios de otras latitudes más cálidas, así como la abundancia de bosques de castaños, robles, fresnos… No resulta extraño que todo un emperador, Carlos V, eligiera este lugar para pasar retirado los últimos años de su vida en el monasterio de Yuste.
Muchos de sus pueblos, testigos mudos de la historia, siguen manteniendo esa belleza auténtica que han sabido conservar a lo largo de los siglos. A todo ello le sumamos una fantástica gastronomía y una gente verdaderamente amable y acogedora con los visitantes.
La Vera atrapó una parte de nuestro corazón y ahí se quedó… Y cada vez que lo recordamos, una cálida sonrisa se nos dibuja en el rostro.
Estos son algunos de los lugares que visitamos:
En 1986 se constituyó oficialmente la actual mancomunidad con veintiún localidades que se agrupan en diecinueve municipios. Los que están coloreados, son los que visitamos. Nosotros nos alojamos en Jarandilla, que está en medio del valle.