Volvemos a Nairobi, unos 340 km. de camino donde iremos despidiéndonos del paisaje, del aire, de la luz, de los colores de África… y cruzaremos la línea del Ecuador. Ha sido un viaje de los que dejan huella y ahora toca ordenar experiencias, seleccionar fotos, leer sobre los lugares que hemos visto, sobre los animales, acercarse a la naturaleza…
Jambo Afrika… nuestra «tienda de campaña» al fondo, qué bonita es, y hemos visto amanecer desde la cama… no está mal la experiencia.
Cuántos botes hemos dado en este coche, y nos ha llevado por unos caminos dificilísimos. Nuestros dos conductores Simon y William han sido realmente buenos conductores, con esa serenidad envidiable que caracteriza a los masáis. No sé si por haber sido entrenados como guerreros masáis en contacto con la naturaleza o porque son así.
Recorremos el hotel grabando el paisaje en nuestras retinas… al fondo el monte Lolpopong… el río Ewaso Ngiro… las palmeras candelabro…
Los «monos verdes de Angola» que nadie llama así, no han querido posar para nosotros mostrando sus coloridos atributos. Un babuino también corretea por el hotel. Una mamá enseña a su pequeño monito a pelar un fruto… Otros más listillos, entran en el Jeep y sacan lo que pueden de comer… es la vida que comienza como cada mañana.
Esos troncos son los que queman para mantener el agua caliente de las duchas.
Hacemos una parada en Nanyuki para hacernos la foto en la línea del Ecuador, unos pasos para allá el agua gira en un embudo en un sentido y unos pasos para acá, el agua gira en el otro sentido. Hace unos años estuvimos en el Meridiano de Greenwich y ahora en el Ecuador. Dos líneas importantes.
Estas carreteras son mucho mejores que otras que hemos recorrido, pero al igual que aquellas, la vida está en los laterales de la carretera, los comercios, los mercados, la gente vendiendo su fruta… vemos también plantaciones de plátanos, de piña, muchos viveros…
Hemos recorrido unos 340 km. y nos ha costado unas 7 horas con las paradas técnicas y un breve sandwich. Ha ido todo muy fluido y por buenas carreteras, aún así, ya teníamos ganas de llegar. Cena y a dormir brevemente que a las 2h. de la madrugada nos llevarán al aeropuerto. Quedan muchas horas de viaje, pero ya da igual, es la vuelta.
Nos gusta volver a casa y nos gusta el post-viaje ordenando material y recordando los momento vividos, se suavizan los ratos que te han gustado menos, y se ensalzan los que te han hecho vibrar. Ambos pasarán a formar parte de nosotros, de nuestra esencia, de lo que somos.
Esta aventura se acaba, gracias por leerme y ver nuestras fotos. Vamos pensando la próxima.
Hasta pronto África, tukutane Afrika hivi karibuni.