A Sant Agustí de Es Vedrà le dedicamos la tarde noche porque el 28 de agosto era el día de su fiesta grande. Y no hay nada que nos guste más que las fiestas de un pueblo.

Sant Agustí de Es Vedrà está casi a 17 kilómetros de Ibiza y solo a 7 de San Antonio, donde estábamos alojados. Es uno de los pueblos que mejor ha conservado su arquitectura popular, tanto es así que está declarado Conjunto Histórico del Patrimonio Balear.

Dejamos el coche como pudimos en la carretera y llegamos a las 9 de la noche, justo a la tamborrada de después de la misa. Al leer que había tamborrada, nos imaginamos algo parecido a Calanda… En realidad fue una batucada, pero animaron mucho el ambiente. Nos gustó mucho el ambiente, algunas familias vestidas con el traje típico local y el hecho de participar en una tradición local en la que a los turistas se nos podía contar con los dedos de la mano.

Un tentempié y cerveza en la barra de la calle nos dieron fuerzas para el concierto en la plaza. Había tres grupos anunciados. Nos quedamos solo al primero, además en primera fila, dándolo todo. Eran los Swingintonic, italianos, la cantante, violín, bajo, batería, saxofón, guitarra y piano interpretando temas propios y de otros, pero siempre del estilo Swing. Vamos, que nos encantaron, bailamos y les aplaudimos a rabiar. Fue el colofón perfecto para este día genial en esta increíble isla.