Recorrer la Reserva de Samburu es una experiencia que despierta todos los sentidos y te conecta profundamente con la naturaleza salvaje de África. Desde el momento en que pones un pie en esta tierra, te envuelve la sensación de estar en un mundo diferente, donde la vida sigue ritmos antiguos y los colores de la tierra roja contrastan con el azul del cielo infinito. Cazando con las leonas en Samburu…
Samburu es un parque pequeño de 165 Km2 pero tiene diversos habitats, dos tipos de bosque y tres sabanas. Está alejado de los destinos turísticos más comunes, así que se puede apreciar de una forma más intensa la vida salvaje. Cautivadora pero que provoca un miedo como si te lanzases al vacío.
Dejamos el Santuario de Reteti con una sensación de flotar en el aire, felices de ver cómo salen adelante los elefantes y sobre todo de ver caminar de la mano al hombre y la naturaleza. Vemos varios camellos, al ser el Norte más árido se dan mejor los dromedarios que las vacas y también históricamente las tribus del Norte los han criado preferentemente y las del Sur prefieren el ganado bovino.
Elephant Rock hace años era un refugio para cazadores furtivos, que causaron daños devastadores a la fauna local. Por entonces apenas quedaban elefantes ni fauna de ningún tipo. Hoy en día la comunidad Samburu lleva varios años unida para recuperar la fauna y levantar la economía de la zona. Muchos de los alojamientos pertenecen a la comunidad y están consiguiendo recuperar los elefantes y la fauna en general.
Esta pintura es un homenaje sagrado que rinde tributo a las vidas perdidas de los animales que fueron asesinados y un recuerdo para que no se repita. Lo pintó Mantra, un pintor autodidacta, en un solo día. Mantra utilizó su talento para transformar esta roca natural en una impresionante representación de un elefante, logrando una simbiosis perfecta entre la naturaleza y el arte. La pintura no durará para siempre, pero el alma de elefante de la roca seguirá viva.
Ya hemos salido a la carretera asfaltada. Son curiosas esas montañas. Vemos a las niñas con sus uniformes colegiales. En Kenia, la educación obligatoria para todos los niños, incluidas las niñas, se estableció con la introducción de la Educación Primaria Gratuita y Obligatoria en el año 2003. La carretera es el sitio más seguro y más cómodo para caminar, la arteria que conecta. Volvemos a la sabana menos árida y ya vemos los árboles con los pájaros tejedores. Un esbelto Gerenuk, con su cuello largo y delgado… el tierno Dik Dik… palmeras Doum, con sus troncos múltiples, propia de esta zona.
Una acacia de copa plana, hay un animal ¿ves cuál?
Un águila
Por fin hemos encontrado la Cebra de Grevy con sus franjas elegantes y orejas vigilantes, tienen la tripa blanca. Y la Cebra de la Llanura. Te las pongo juntas para que veas la diferencia.Se está rascando un ojo, pero como no tenga cuidado, se lo va a sacar.
Atentos todos, tantos coches juntos es por un felino seguro.
La tierra, cubierta por una densa alfombra de hierba alta, esconde a numerosas leonas, que permanecen semi-ocultas y en alerta, preparadas para la caza… miran hacia el mismo lado, están oliendo el aire… observar a los animales en su hábitat natural provoca una mezcla de asombro y respeto.
Las leonas están atentas con todo el cuerpo, ya las han olido, ahora mueven las orejas tratando de captar el sonido que esperan… quizás piensan su estrategia. Poco a poco se van levantando las que estaban tumbadas, todas parecen esfinges mirando en la misma dirección… pero ¿qué hay?
Dos Estorninos Soberbios comentan la jugada, se prepara una buena cacería.
Esto es lo que han visto y olido las leonas, cebras. Y las cebras están inquietas, van para un lado, cambian de rumbo, se quedan paradas… algo se siente en el aire.
Todas las leonas se han distribuido alrededor de las cebras pero muy lejos. Hay por lo menos seis.
Los coches se mueven tratando de no perder el momento, dan botes por los senderos… pero no se pueden salir del camino.
El Piquirrojo con su canto «in crescendo» pone la nota de de terror al momento, suena como en la peli de Psicosis… sé que se masca la tragedia…
… pero nosotros no lo vamos a ver porque las leonas han rodeado a las cebras en un lugar al que no tenemos acceso los coches. Dejemos que la naturaleza haga lo que tenga que hacer y vámonos a cenar. Pero antes, vamos a ver un paisaje maravilloso, este sí que es un río sinuoso.
Samburu es una aventura, desde atravesar las zonas áridas donde el calor del desierto se refleja en la tierra hasta acercarte al río Ewaso Ng’iro, donde la vida florece en un entorno que parece desafiar las leyes de la naturaleza. El sonido de los pájaros exóticos y el lejano rugido de un león te hacen sentir parte de un documental en vivo, una película donde tú eres el protagonista.
Samburu no es solo un lugar que visitas, es un espacio que te transforma. La conexión con la naturaleza aquí es intensa, cruda y real.
Cada amanecer y cada atardecer en la reserva te regala una paleta de colores que parece pintada por los dioses, y cada noche, bajo el cielo estrellado, sientes la inmensidad del universo y lo pequeño que eres en comparación.
Y hoy nos acompaña también la blanca luna.
Ahora que nos habíamos acostumbrado a esta vida… tenemos que irnos.
Nunca nos hemos planteado parar de viajar, pero este viaje a Kenia nos ha despertado el deseo de… más África, vivir más Afrika… y nos sentimos más comprometidos con mantener la belleza salvaje del mundo y el equilibrio entre todos.
Buenas noches, lala salama Afrika.